La Real Sociedad atraviesa una crisis defensiva potente. Acostumbrada en los últimos años a ser un bloque de acero en defensa (a estás alturas el año pasado era el equipo con más porterías a cero con el Atlético de Madrid), la temporada actual está destapando una grieta preocupante que va más allá de las sensaciones: los datos confirman que el equipo donostiarra se ha vuelto excesivamente vulnerable, no por cuánto le atacan, sino por la facilidad con la que esos ataques se convierten en gol.
El dato más demoledor salta a la vista en la clasificación de porterías a cero. Tras 14 jornadas disputadas, la Real Sociedad solo ha conseguido irse al vestuario sin encajar gol en una sola ocasión. Fue en la victoria en la sexta jornada ante el Mallorca por 1-0. Esta estadística sitúa al conjunto txuri-urdin en el vagón de cola de la seguridad defensiva, empatado con el Celta de Vigo como el equipo con menos porterías imbatidas de LaLiga. Para un equipo con aspiraciones europeas, un número de este calibre es una condena.
No es la cantidad, es la efectividad
Lo verdaderamente alarmante de los problemas defensivos de la Real no es el asedio rival, sino la mandíbula de cristal. Si analizamos el volumen de juego, la Real no es de los equipos que más goles encaja en términos absolutos, ni tampoco figura entre los que más disparos reciben por partido. El sistema de presión y posesión de Sergio funciona para abrir mucho los partidos, pero cuando el rival llega, castiga. La Real Sociedad es el cuarto equipo de LaLiga que menos disparos en contra necesita para encajar un gol.
La estadística avanzada revela una eficiencia rival inusitada:
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La Real encaja gol en el 12,3% de los disparos que recibe.
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Dicho de otra forma: sus rivales celebran un tanto cada poco más de 8 disparos.
Esta fragilidad coloca a la Real en una lista estadística poco halagüeña. En cuanto a la ratio de goles encajados por disparo recibido, solo hay tres equipos con peores números en LaLiga: Sevilla, Athletic Club y FC Barcelona.
Sin embargo, la comparación tiene matices. Mientras que equipos como el Barcelona compensan este dato con una pegada ofensiva demoledora, la Real se encuentra en un punto intermedio peligroso donde la falta de contundencia en las áreas está costando puntos vitales pese al buen hacer ofensivo este año. Si la Real aspira a mirar hacia arriba, deberá pulir urgentemente su defensa.