No los mata por placer. Los castiga por lo que son. En los pantanos cercanos a Vitoria-Gasteiz comienzan a aparecer cadáveres de parejas jóvenes. Él, abandonado en la orilla, con la espalda desgarrada y el cuerpo invadido por ninfas de libélula. Ella, sumergida con piedras, rapada y atrapada bajo el agua como si fuera una ofrenda. El subinspector Gorka Larssen y la inspectora Karmen Ayala deben enfrentarse a una investigación que desborda lo racional.
El escritor de novela negra y misterio Samuel Vernal inaugura con El verdugo del agua la saga Los crímenes del agua. Una historia donde los secretos familiares, los crímenes rituales y las heridas del pasado se entrelazan en atmósferas inquietantes. En Las mañanas de Onda Vasca, Vernal ha confesado que disfruta metiéndose en la mente del asesino a la hora de escribir la novela: "Los asesinos en serie nos permiten poner sobre el papel un poco de la oscuridad que todos llevamos dentro. La novela negra te permite poner una barrera, sabiendo que es ficción, pero a la vez te permite disfrutar y explorar esas mentes criminales, en este caso psicopáticas que puede tener un asesino en serie. Disfruto mucho el asesino y el policía también, pero de él me interesan más sus traumas, su pasado".