La mayoría parlamentaria avala la gestión de estos cuatro años

Los socios del Gobierno de Navarra cierran filas en el final de la legislatura. Ha habido diferencias y momentos de tensión, pero el Ejecutivo ha resistido sin mayores dificultades. Y todos asumen que el bagaje, en líneas generales, es positivo. Hay matices claro, más evidentes ahora en periodo prelectoral, pero los tres socios de coalición (PSN, Geroa Bai y Podemos), así como sus apoyos en el Parlamento (EH Bildu e I-E) dan por bueno su apoyo al Ejecutivo. Solo Navarra Suma se desmarca. “Ha perdido Navarra y ha ganado EH Bildu”, resume Javier Esparza.

El balance más satisfactorio es el que hace el PSN. Su portavoz en el Parlamento, Ramón Alzórriz, destacó ayer la “capacidad de dialogar y llegar a acuerdos entre diferentes” frente a “oposición voraz y en muchos momentos sucia de Navarra Suma para atacar la acción de gobierno cuando estábamos combatiendo una pandemia o los efectos de una guerra”. Preguntado por la falta de autocrítica, Alzórriz admitió que “en muchas ocasiones” hay cuestiones “que se pueden mejorar” como la Atención Primaria. Algo que el PSN deja como objetivo para la próxima legislatura.

Por parte de la otra pata del Gobierno, Geroa Bai María Solana consideró que ha sido una legislatura “anormal”, y se felicitó porque han sido “capaces de sacarla adelante”. “Eso habla de que la política y las instituciones son necesarias”, añadió. No obstante, Geroa Bai señala algunas sombras, y en especial la “falta de liderazgo” de la presidenta María Chivite. “Hemos esperado mayor liderazgo en algunas decisiones y no lo hemos encontrado, aunque son cuestiones de segundo orden”, señaló.

El tercer miembro de la colación, Podemos, también pone en valor la legislatura. Su portavoz, Mikel Buil, destacó ayer el “aumento de la inversión pública en los últimos cuatro años” aunque admitió que no han sido capaces de “mitigar los efectos del calor, limitar el precio del alquiler o seguir teniendo a protagonistas del franquismo condecorados mientras se homenajea a las víctimas”.

También desde EH Bildu se destaca la “capacidad de diálogo para adoptar acuerdos” que se ha visto esta legislatura, y que se ha plasmado “en leyes y en presupuestos”, dando “continuidad al cambio iniciado en 2015”. Sin embargo, Adolfo Araiz consideró que “al Gobierno le ha faltado valentía” y ha mirado, “en el tema del euskera y otros, por el retrovisor a ver por dónde iba la derecha”. “EH Bildu ha sido quien ha dado más porque el Gobierno se quedaba corto”, defendió.

Críticas de la derecha

Las críticas al Gobierno llegan por la única oposición real que ha habido esta legislatura, la derecha de Navarra Suma, ahora ya bajo las siglas de UPN. Su candidato, Javier Esparza, compareció por la tarde para valorar el análisis de Chivite, y que resumió en tres hitos, todos ellos negativos: “El PSN cruzó la línea roja de pactar con Bildu; la pandemia que afectó a todo el mundo pero en Navarra se gestionó peor y la guerra se ha gestionado con seguidismo a Sánchez”, señaló.