El plazo se agota y la Real Sociedad se enfrenta a un complejo rompecabezas en la confección de su plantilla. Con 29 jugadores con potencial ficha de primer equipo y la inminente primera fecha límite para inscribir a futbolistas para el inicio de La Liga, Erik Bretos y la Dirección Deportiva se enfrenta a decisiones delicadas. La situación se complica aún más ante la necesidad de asignar dorsales y la presión por aligerar un vestuario sobrepoblado. La hoja de ruta inicial de salidas no está funcionando como se esperaba, con varios futbolistas en rampa de salida sin encontrar destino, lo que pone al club en una posición difícil de gestionar.
La dirección deportiva, que todavía sueña con traer un tercer fichaje, tiene ahora la tarea de gestionar las salidas. Lo que se anticipa es que el club podría verse obligado a vender a algunos de sus jugadores por cifras inferiores a las deseadas, una realidad que choca con el tiempo que ha tenido el club para anticiparse. Son casi 4 meses desde que Bretos y Sergio Francisco se pusieron a trabajar codo con codo para preparar la presente temporada, apartando al irundarra de su cargo de entrenador del Sanse.
Las tres próximas semanas serán cruciales. Porque no hay más y el tiempo se acaba. Jokin Aperribay y su equipo tienen que ejecutar un plan que equilibre las necesidades del primer equipo, las aspiraciones de los jugadores y la salud financiera del club. Cada decisión tomada en este tramo final del mercado de fichajes tendrá un impacto directo en el rendimiento deportivo y la dinámica del equipo a lo largo de la temporada.