Política

La escisión juvenil de Sortu prepara su salto a la política

GKS presenta una propuesta política destinada a los jóvenes trabajadores
Miembros de GKS comparecen en Donostia.
Miembros de GKS comparecen en Donostia.

Desde que empezaron a obtener relevancia pública en la antesala del verano pasado por sus choques descarnados con la izquierda abertzale, se ha especulado con la posibilidad de que Gazte Koordinadora Sozialista (GKS), los jóvenes escindidos de Sortu, dieran el salto a la política. Esta mañana han llevado a cabo su primer paso explícito en esta dirección al presentar en Donostia una propuesta política para los jóvenes trabajadores que mantiene sus señas de identidad: comunismo, anticapitalismo, ecologismo…

Diversos observadores eran escépticos respecto a la posibilidad de que GKS siguiera esta senda debido a su carácter eminentemente asambleario. Sin embargo, la cita de hoy ha tenido todos los componentes de un acto político al uso, al menos en un estado embrionario, con dos portavoces alternando un discurso en euskera y castellano, y un grupo de simpatizantes detrás sosteniendo la propuesta objeto de la convocatoria.

Modelo socialista

En cuanto a dicha propuesta, consta de cinco puntos, empezando por su reivindicación de “acabar con las precarias condiciones de trabajo de los jóvenes”. Tras denunciar el “empobrecimiento del modelo de vida”, abogan por garantizar que la vivienda, transporte, alimentación, educación, etc., sean “de calidad, gratuitas y universales”. Para ello, abogan por lograr unas “instituciones socialistas controladas por los trabajadores”. Apuestan a su vez por “crear las condiciones para el libre desarrollo personal y disfrute del tiempo libre”, y por “combatir la destrucción en el medio ambiente que provoca la sociedad capitalista”.

El tercer punto llama a combatir tres consecuencias provocadas, a su juicio, por la “industria cultural dirigida a los jóvenes”: la violencia machista, que califican como “uno de los problemas más graves de esta época”; la despolitización entre la juventud y la normalización de la pobreza que se busca imponer.

GKS presta por último atención al sistema educativo, que denuncia que está “al servicio de los intereses de los empresarios” y que ha sufrido una progresiva pérdida de contenido como consecuencia de las sucesivas reformas educativas. Defiende por ello un “modelo educativo socialista controlado por los trabajadores” y concluye instando a “acabar con la criminalización y persecución de los jóvenes trabajadores”.

Espejo de la CUP

En resumen, GKS manifiesta su deseo de “articular la solidaridad entre los jóvenes trabajadores, despertar conciencia política y extender la lucha por los derechos”. Todo ello a través de una propuesta que podría indicar que seguirá una vía paralela a la que protagonizó en su día la CUP en Catalunya, en origen también alejada de la política y de cariz asambleario.

El conflicto entre GKS y Sortu se produjo en el contexto de las fiestas patronales, al estar excluidos los jóvenes comunistas de la instalación de txosnas, con el perjuicio económico que ello les supuso. El verano se saldó con amenazas reiteradas a la Ertzaintza y el acoso que sufrió el hijo de Carlos Iturgaiz durante las fiestas de Romo.

2022-10-08T17:27:02+02:00
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