Desde el 3 de mayo, Santa Rosa ha sido escenario de un encuentro singular: un ciclo de seis sesiones dedicado a la danza y cultura vasca impulsado por Zelaiko Euskal Etxea y apoyado por la Secretaría de Cultura de La Pampa. El ciclo ha combinado clases de baile con talleres prácticos sobre vestimenta e instrumentos tradicionales. Detrás de esta iniciativa se encuentra el joven de Astigarraga Ioritz Goizueta, quien llegó a Argentina con una beca del Gobierno Vasco para trabajar en un proyecto científico sobre aves rapaces.
Su conexión con la comunidad vasca fue casi accidental, pero gracias al impulso de Ioritz la Euskal Etxea ha contado con estos talleres en los que se ha enseñado a coser cintas rojas en alpargatas o a tocar el pandero. "El vestuario es tan importante como el baile mismo", señala Ioritz, quien también toca el pandero y la triki l desde niño. "Cuando pienso hoy en la diáspora, ya no la veo como un episodio del pasado, sino como una llama viva".