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Café con Patas

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Jorge Hernández Segurola: el cachorro no se traumatiza por decirle "NO", gracias a ello aprenderá a gestionar emociones

El responsable del Centro de Educacion Canina Amarok nos aporta algunas importantes claves sobre la educacion y convivencia con un cachorro
Jorge Hernández Segurola: el cachorro no se traumatiza por decirle "NO", gracias a ello aprenderá a gestionar emociones
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30:14

Establecer normas desde el primer día de la convivencia con un cachorro es una necesidad para evitar problemas de conducta en la vida adulta del perro, especialmente en razas con altos niveles de energía. Asínos lo explica nuestro invitado y amigo de Café con Patas Jorge Hernández Segurola, responsable del Centro de Educación Canina Amarok.

Su experiencia recuerda que el periodo inicial de la vida de un perro es decisivo: lo que se haga -o se deje de hacer- durante esos primeros meses marcará de manera relevante su comportamiento. Para Hernández Segurola, la educación debe comenzar en cuanto el cachorro cruza la puerta de casa, e incluso antes, con la elección de un criador responsable y la búsqueda de información del tipo de perro con el que conviviremos.

El cachorro, ¿un bebé que no puede aprender?

Uno de los errores más frecuentes en las familias primerizas es idealizar al cachorro, tratándolo como si fuera un bebé incapaz de aprender. El especialista desmiente esta idea y recuerda que el perro, como especie neotécnica, mantiene durante toda su vida rasgos propios de un cachorro. Por ello, los humanos deben asumir desde el principio el papel de "adultos al cargo".

Cuando el perro llega al hogar, ya trae un aprendizaje básico iniciado por su madre y hermanos, como la inhibición de la agresión durante el destete. La misión de la familia es continuar esta labor mediante normas claras: no morder, respetar el espacio, aprender a estar tranquilo y no convertir el hogar en un territorio sin reglas. Ignorar estos principios puede transformar al adorable cachorro en un adulto con problemas.

Estabilidad emocional por encima de las habilidades

Mientras muchas familias se obsesionan con enseñar órdenes tempranas como "sentado" o "junto", Hernández Segurola llama a priorizar la estabilidad emocional y el aprendizaje social sobre las habilidades técnicas. A su juicio, lo fundamental es que el perro comprenda las normas del hogar y desarrolle los estados de ánimo apropiados.

Esto cobra especial importancia en razas con fuertes tendencias instintivas, como Malinois o Border Collies. Permitir que el cachorro active su sistema nervioso simpático -corriendo, mordiendo o jugando de forma frenética dentro de casa- puede derivar en adultos inestables.

Socialización temprana: control y coherencia

Los dos primeros meses del cachorro en casa son "determinantes". Durante este periodo, la exposición a diversos estímulos es crucial, siempre bajo control.

El exceso de protección puede ser tan perjudicial como la falta total de supervición de la experiencias que vove el cachorro. Evitar ruidos, calles concurridas o personas distintas favorece la aparición de miedos y reactividad. Sin embargo, socializar no significa acudir al parque y soltar al cachorro sin criterio: un perro inestable puede dejar una huella negativa duradera en el cachorro. La socialización debe planificarse, realizarse con calma y respetar los tiempos de descanso.

Pautas higienicas

El especialista es tajante en materia de higiene: castigar frotando el hocico del perro en sus necesidades es contraproducente y dañino. El cachorro no entiende el concepto humano de "bien o mal". Lo único que aprende con estas prácticas es a temer a su tutor.

La clave está en facilitar las salidas y favorecer que se construya el habito de hacer sus necesidades fuera. En este sentido, recomienda que el momento ideal para incorporar al cachorro durante las vacaciones para poder destonar tiempo a los primeros aprendizakes. Hernández Segurola también advierte del impacto negativo de dejar a un cachorro solo durante largas jornadas laborales.

En cuanto a las normas en la convivencia, el educador destaca la diferencia entre ejercer un liderazgo claro y caer en el autoritarismo. El perro necesita adultos que le marquen límites, igual que lo haría un miembro de su especie, y no depender de sobornos continuos con comida. Decir "no" no traumatiza: ayuda a gestionar emociones.

Elegir bien: el primer paso hacia una convivencia equilibrada

Antes de adoptar o comprar, nuestro invitado recomienda buscar asesoramiento profesional para determinar qué tipo de perro se ajusta realmente a la vida de la familia. Y en el caso de optar por la compra, el primer ahorro viene de seleccionar un criador responsable, con instalaciones visibles, garantías sanitarias y transparencia total. Comprar impulsivamente en páginas de venta masiva de cachorros puede acarrear graves problemas de salud y comportamiento que acompañarán al perro durante toda su vida.

15/11/2025
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