Esta semana tenemos en Café con Patas a Jon Izaguirre, especialista en entrenamiento olfativo de perros del Centro de Educación Canina Amarok. Nuestro invitado explica que el sentido de la vista activa en el perro un estado de alerta y excitación, mientras que utilizar el olfato lo conduce a la calma.
Los ejercicios de olfato se han revelado especialmente útiles en perros con fuertes cargas instintivas. Y el especialista distintgue dos vertientes en los entrenamientos de olfato:
Por un ladi, el deportivo, donde prima la intensidad y existen competiciones accesibles, y `pr otro el terapéutico, orientado a reducir ansiedad, fomentar la tranquilidad y canalizar la energía de forma saludable. En este último caso, el tipo de recompensa es clave para no contaminar emocionalmente la búsqueda.
Si nos centramos en una de las especialidades de Jon, como es la detección mendiante el olfato, lejos de ser exclusivos de razas de trabajo, estos ejercicios están al alcance de cualquier perro, de cualquier edad e incluso con limitaciones sensoriales. Solo se necesita un reforzador y una sustancia para asociar el olor, pudiendo entrenar en casa o en cualquier espacio controlado.
¿Como empezar? Izaguirre recomienda, por ejemplo, enseñar al perro a buscar su propio juguete impregnado con un aroma. El mayor error, advierte, es subestimar su olfato: "Si la búsqueda es demasiado evidente, se aburren". El reto debe ser alcanzable pero estimulante.
El profesional anima a todos las familias a permitir más olfateo durante los paseos y explorar actividades relacionadas. "Oler les aporta estabilidad, felicidad y una forma natural de entender el mundo", concluye el especialista.