La vuelta de Jesús Areso ya es una realidad. Tras una semana de idas y venidas con la aparición de última hora en la negociación del Atlético de Madrid, el Athletic confirmaba en la tarde de ayer el regreso del lateral de Cascante a San Mamés, después de haber dejado la entidad rojiblanca en 2021. De este modo, la dirección deportiva comandada por Mikel González cerraba su objetivo número uno para el carril diestro, una vez conocida la retirada de Óscar De Marcos. Durante estas cuatro campañas de Areso lejos del 'Botxo', el defensor navarro ha defendido en tres de ellas la casaca de Osasuna y otra en calidad de cedido la del Burgos, concretamente en el curso 2022/23.
En su presentación como nuevo flamante fichaje athleticzale Areso ha indicado que "tenía muy claro que iba a volver a casa porque conozco al club, a los compañeros y su nivel, al míster... todo ese cúmulo de cosas hizo que no tuviera dudas". A ello ha añadido sobre su elección de volver a defender la elástica del cuadro bilbaíno que "tenía muy claro el venir aquí. Tenía la decisión tomada porque estar aquí es lo que quiero. Vuelvo a casa".
Junto a ello, se ha querido detener en su anterior experiencia en Lezama. "Ya estuve cuatro años aquí, ya sé cómo funciona el club y sé cómo es La Catedral porque la he sufrido mucho. Ya he estado en Lezama y tengo muchos compañeros del primer equipo como Vivian, Guruzeta, Sancet...". Una etapa en la que su salida estuvo marcada por la polémica. Sin embargo, ha dejado dicho aspecto de lado y ha referido ilusionado a este nuevo paso en su carrera. "Todos los jugadores necesitamos un periodo de madurez. No hay que saltarse etapas. En ese momento necesitaba minutos y así ha sido. Ahora estoy aquí preparado para el reto porque el Athletic es un club muy grande que viene de hacer una magnífica temporada metiéndose en Champions".
Gran desembolso
Otro de los puntos del día de esta negociación ha sido el precio del traspaso, el cual CA Osasuna anunció en el comunicado de su salida que era de 12 millones de euros. Lo que convierte al lateral navarro en el cuarto fichaje más caro en la historia de la entidad de Ibaigane tras Iñigo Martínez (32 millones de euros), Yuri Berchiche (24 millones de euros) y el recién salido a Catar, Álvaro Djaló (15 millones de euros). Respecto a este aspecto ha confesado, "lo veo como una motivación. Que un club grande invierta en mí es una motivación y me causa una gran sensación. Es una responsabilidad, pero la llevo al lado positivo porque me va a ayudar a rendir más".
Marcha polémica
Por otro lado, su salida de El Sadar no ha sentado muy bien en la afición rojilla, en especial por cual ha sido el destino final de Areso. A pesar de ello, ha subrayado que trata con respeto "todo tipo de opiniones", aunque no comprendería dicha crispación, dado que "he dejado un dinero en Osasuna que seguro que puede ayudar a futuros traspasos e inversiones. Siempre guardaré cariño a Osasuna y a su gente".
De hecho, la situación se ha vuelto mucho más rocambolesca, debido a que la última semana estuvo entrenando en solitario, lo que le ha perjudicado de cara a iniciar en su máxima plenitud la pretemporada. "Es cierto que llevo mucho tiempo al margen y que voy a necesitar mi tiempo para coger el tono físicamente, pero no necesito periodo de adaptación porque ya he estado aquí. En ese sentido, ese apartado me lo puedo saltar".