El Gernika Bizkaia ha comunicado hoy miércoles que Itziar Ariztimuño no continuará en la plantilla la próxima temporada. Con este anuncio, el club se queda sin una de sus jugadoras más emblemáticas de los últimos años. Una pieza clave tanto dentro como fuera de la pista desde su incorporación en la campaña 2016/17.
La base bilbaína, de 26 años, ha sido un pilar fundamental del equipo vizcaíno, con más de 250 partidos a sus espaldas entre la Liga Endesa, la Copa de la Reina, la Supercopa y la Eurocup Women. Durante estas ocho temporadas, Ariztimuño no solo ha destacado por su regularidad y entrega en el juego, sino también por su liderazgo y compromiso con el club y la afición de Maloste.
En el comunicado oficial, la entidad gernikarra presdida por Gerardo Candina ha querido agradecer a la jugadora su dedicación, esfuerzo y profesionalidad durante todos estos años. "Su implicación ha sido absoluta y ha representado como nadie los valores del Gernika Bizkaia. Le deseamos la mayor de las suertes en su futuro personal y profesional", destaca el texto difundido por el club.
Ariztimuño, que se formó en las categorías inferiores del Bizkaia GDKO, llegó al Gernika SBT con apenas 19 años y fue ganando protagonismo con el paso de las temporadas. Su evolución la llevó a convertirse en capitana del equipo y en una referencia para las jóvenes jugadoras del vestuario.
Su salida marca el cierre de una etapa dorada tanto para ella como para la entidad, que en estos años ha logrado consolidarse como uno de los clubes más competitivos del baloncesto femenino nacional. Bajo la dirección de Mario López, Itzi ha vivido algunos de los mejores momentos del club, como la clasificación a play-offs en varias temporadas y la participación regular en competiciones europeas, y con su hasta ahora técnico, Lucas Fernández, también ha sido de las indispensables en pista,
Aún no se ha hecho oficial el destino de la base vizcaína, aunque no se descarta que continúe su carrera en otro equipo de la Liga Femenina Endesa o incluso en el extranjero. Lo que está claro es que su huella en el Gernika Bizkaia perdurará durante mucho tiempo.
Con esta despedida, el club se enfrenta ahora al reto de renovar su plantilla para la próxima temporada, mientras los aficionados asimilan la marcha de una jugadora que ya es historia del equipo. Siempre será recordada en la villa foral por su buen hacer y ese inconfundible dorsal 31.