Iñigo Martínez, a menor ritmo

La vida sigue su curso en Harsewinkel, a donde ha llegado el calor que se ha escapado de Bizkaia. Con el termómetro cociéndose a más de 30 grados, la plantilla del Athletic se ha ejercitado por segundo día consecutivo en los campos habilitados para ello junto al Hotel Residence Klosterpforte, en el que el equipo ha establecido su base de operaciones y donde permanecerá hasta el sábado, cuando se desplazará hasta Mainz para disputar el último amistoso del ‘stage’ en tierras germanas.

La principal novedad de la mañana ha sido ver a Iñigo Martínez ejercitándose al margen de sus compañeros y en compañía del readaptador Xabi Clemente. Una forma de trabajar habitual en el central, que acostumbra a llevar sus ritmos en las pretemporadas para no repetir las lesiones que le mermaron en los veranos de 2018 y 2019, sus dos primeros en Bilbao. Desde entonces y para no incidir en errores del pasado, suele modificar los ritmos de entrenamiento, todo ello perfectamente diseñado para que llegue en perfectas condiciones al estreno liguero en una temporada en la que si nada se tuerce, se estrenará en un Mundial. Tras realizar carrera continua a distintos ritmos por espacio de media hora, se ha retirado al gimnasio junto al fisioterapeuta Isusko Ortuzar.

Quien también vivirá su primera experiencia de esas características es Unai Simón, que sigue también al margen del grupo debido a sus problemas en el hombro derecho. Tal y como sucedió ayer lunes, se ha ejercitado en solitario en el gimnasio y después ha saltado al campo para seguir el tramo final de la sesión del resto de sus compañeros. A la conclusión de la misma se ha puesto los guantes y ha realizado distintos ejercicios de portería, lo que se entiende como una buena noticia, toda vez que no es una lesión que le mantenga parado por completo.