Dos médicos y un desfibrilador que tenía una farmacia cercana fueron claves para salvarle la vida a un hombre que el pasado martes cayó al suelo y entró en parada cardiorrespiratoria.
Las maniobras de reanimación de las sanitarias y las posteriores descargas del desfibrilador permitieron mantenerlo estable para su posterior traslado al Hospital Donostia. Por eso, hemos hablado con Gorka Areitio, propietario de la farmacia, quien nos ha relatado lo sucedido y nos ha compartido la importancia de que estos espacios dispongan de desfibriladores.
Es una de las 21 farmacias guipuzcoanas que disponen de un desfibrilador y que forman parte de la Red de Farmacias Cardioprotegidas de Gipuzkoa. Por eso, hemos hablado también con Amaia Malet, coordinadora de la Red.