El alcalde de Donostia, Eneko Goia, se muestra exultante ante la firma, mañana, de las escrituras de compraventa de los terrenos de los Cuarteles de Loiola. Una firma que llega tras "un largo y complicado proceso", en palabras del propio alcalde, pero que da paso, ahora, a una de las mayores promociones urbanísticas de la ciudad: en este ámbito el Ayuntamiento prevé construir 1.700 viviendas protegidas.
Por eso, el que los terrenos pasen a titularidad de Donostia es "un hito absolutamente determinante" y "un paso de gigante", según ha afirmado el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, "en un proceso que ha sido más largo de lo que nos hubiera gustado y complicado" pero hoy el alcalde ha querido "mostrar la satisfacción de haber llegado a buen puerto".
Tras la firma, los militares tienen un plazo máximo de cuatro años para abandonar las instalaciones. Cuatro años durante los que el Ayuntamiento quiere avanzar en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana y con el diseño del nuevo barrio. "Y soñar", dice Eneko Goia, "empezar con la tramitación urbanística para diseñar lo que va a ser el futuro barrio de de Cuarteles de Loiola, al que le cambiaremos el nombre y bueno, pues soñar, que creo que es de lo que se trata, ¿no? Soñar con una ciudad en la que ya se incorpora una nueva pieza que para mí es fundamental y que va a adquirir una nueva centralidad".
Nuevo nombre
En cuanto a la nueva denominación que llevará el nuevo barrio, y que ya no será Cuarteles de Loiola, el alcalde asegura que "cuando llegue el momento, se decidirá". "Normalmente se suelen hacer análisis de toponimia o también de posibles asentamientos o caseríos que pudieran existir en aquel terreno antes de la venta de los mismos al Ministerio de Defensa" explica el alcalde quien añade que "Aranzadi nos suele echar una mano para poner sobre la mesa distintas opciones que pueden ser las que las que al final se decidan".
Sin embargo, aunque oficialmente el ámbito deje de llamarse Cuarteles de Loiola, el alcalde admite que será difícil que los donostiarras abandonen este nombre: "otra cosa es que aprendamos a utilizar el nuevo nombre porque con el Infierno también ya hemos hecho ese ejercicio, Zubiberri creo que es, ¿no?... no sé si al final le llamaremos así o seguiremos llamándolo Infierno".
La decisión del Supremo, sin efectos prácticos
En cuanto a la última decisión del Tribunal Supremo de echar para atrás la protección de dos edificios de los Cuarteles de Loiola, protección que pidió VOX vía judicial, Eneko Goia asegura que no tendrá efectos prácticos porque el ayuntamiento ya había decidido mantener esos edificios, los dos principales, que acogerán servicios para los vecinos.
Goia aclara que "venimos trabajando en los Cuarteles, con lo cual estén protegidos o no lo estén, finalmente, el resultado es el mismo, porque la previsión del Ayuntamiento es mantenerlos". Por ello, dice que la decisión del Tribunal Supremo "es una cuestión procedimental básicamente. Lo que el juez viene a dictaminar es que procedimentalmente no es posible proteger un edificio sin haber dado audiencia al propietario, que es lo que alegó el Ministerio de Defensa. Entonces, el juez lo que hace es dar la razón al Ministerio de Defensa en eso.: debería tener audiencia. Esa es la conclusión, pero como digo, el efecto práctico es nulo porque nosotros, ante el hipotético caso de que pudiera finalmente producirse una protección de los edificios, decidimos avanzar en el diseño de este ámbito contemplando la conservación de los mismos".