El pórtico de la majestuosa parroquia de Andra Mari -ineludible la visita a su interior si se decide dar un paseo por Erandio Goikoa- ha servido de escenario para conocer, de primera mano, la danza tradicional y la participación de la cultura en estas 'Gorpuztis'. Una danza que conecta generaciones, pueblos y emociones, y que la despliega con todo su Goi-Alde Dantza Taldea, que, en su 60 aniversario vuelve a poner ritmo y raíz a sus fiestas.
"Ensayamos habitualmente un día a la semana, los viernes. En la Plaza Nueva bailamos un día y también en julio en un espectáculo que se llama Dantza Plaza, bodas, celebraciones…" y así seis décadas, que se dice pronto.
Las actuaciones de Goi-Alde van desde Erandio a lo largo del Txorierri y UribeKosta hasta "Austria, Hungría, muchos años por El Vendrell y otros pueblos de la Península. Todas las celebraciones son emocionantes e intentamos hacer un alarde con quienes fueron dantzaris durante todo este tiempo". Al fin y al cabo, "formas parte de la danza, la cultura y la tradición como embajadora de tu tierra, y tenemos las puertas abiertas a todo el mundo".
Goi-Alde se dejará ver en estas 'Gorpuztis' mañana viernes a las ocho de la tarde en la campa de las fiestas, y a lo largo del sábado con otros siete grupos de la zona. Y previamente, esta tarde, corresponderán con la lectura del pregón que abre estos cuatro intensos días. Nos han confirmado que aprovecharán el momento "para hablar de este espacio de encuentro, de gente del pueblo con la cultura y la tradición" en pleno entorno lúdico-festivo.