Esta semana hemos tenido el privilegio de conversar con Ester Pedraza y Almudena Díaz-Miguel, coautoras del cautivador libro "Gatos los felinos que dominan el mundo". Esta obra, que se sumerge en el universo de los gatos, su historia, comportamiento y un sinfín de anécdotas, es el resultado de años de hablar de felinos en la radio y de una pasión compartida por esta especie.

La génesis de este proyecto es tan interesante como las historias que narra. Ester Pedraza confiesa que su vida siempre estuvo ligada a los perros, y los gatos le generaban un "respeto" particular. Fue Almudena, una "pionera en todo", quien la invitó a hablar de gatos en la radio. Almudena y así fue como Ester "entró en el mundo de los gatos" y quedó "atrapada". Ahora, Ester se declara una "conversa" absoluta, convencida de que "los gatos son mágicos" y que solo hace falta convivir con ellos para darse cuenta de su encanto.

Almudena, por su parte, demostró su espíritu innovador hace quince años al fundar "Gatosphera", un hotel para gatos en Madrid. Así, decidió crear un hotel que respetara la naturaleza felina, con "habitaciones distintas" y "jardín privado" para cada gato, algo que en su momento hizo pensar a muchos que estaba "un poco zumbada".

Ella lo concibió como un hotel "igual que un hotel de personas", con habitaciones estándar, suites y hasta bungalows, valorando el espacio que los gatos necesitan, aunque sus necesidades sean "más verticales que horizontales". Este servicio ha resultado ser una "salvación" para muchas familias, como la anécdota del periodista Jesús Hermida, quien, tras cinco años sin vacaciones, le llevó a su gato "Suárez", una joya que no era por el político, sino por la famosa joyería madrileña.

Gatos; los felinos que dominan el mundo, de Esther Pedraza y Almudena Díaz-Miguel

Milenios de compañía y sorpresas inesperadas

La investigación para el libro reveló a las autoras un universo de historias felinas mucho más vasto de lo que imaginaban. Se llamaban por las noches, asombradas por hallazgos que relacionaban a los gatos junto a noticias sobre mandatarios mundiales, o equipos de gatos en astilleros para proteger las velas de los barcos. "Ha sido increíble, increíble cómo nos han acompañado", comenta Almudena, destacando la adaptabilidad y magia de los gatos. Son supervivientes que han atravesado milenios, desde ser "verdaderos semidioses o dioses" en el Antiguo Egipto hasta convertirse en los "reyes de internet" hoy en día.

En el Antiguo Egipto, los gatos eran objetos de veneración. La diosa Bastet, con rostro felino y cuerpo humano, personificaba su estatus divino. No cualquiera podía poseer un gato; se requería un estatus determinado. Cuando un gato fallecía, la casa entera guardaba luto, y las mujeres se rapaban el pelo o se quitaban una ceja en señal de duelo. Los gatos también eran momificados, un testimonio de la profunda conexión que este pueblo tenía con ellos, viéndolos como encarnaciones de la luz y el bien.

Sin embargo, no toda su historia ha sido de adoración. Durante la Edad Media, los gatos fueron perseguidos y asociados a la brujería. Cualquier mujer que viviera sola y tuviera un gato era susceptible de ser acusada de bruja. Una historia peculiar en París, en la "calle del gato que pesca", narra cómo unos jóvenes creyeron que un boticario se reencarnaba en su gato para pescar, e intentaron deshacerse del felino, solo para descubrir su error cuando el boticario y su gato regresaron ilesos tras un viaje.

El libro está repleto de historias fascinantes, como la del escritor Ernest Hemingway y sus gatos. Recibió su primer gato de un capitán de barco, y era polidáctilo, es decir, tenía seis dedos. Hemingway, que no esterilizaba a sus gatos, acabó con una increíble colonia en su casa, que hoy es un museo habitado por unos sesenta felinos, muchos de ellos descendientes con la misma característica de seis dedos. Para él, estos gatos eran su "compañía de borracheras y de... de todo", una fuente de inspiración y compañía. Los nombres que les ponía eran a menudo los de actrices, actores o amigos, y hoy en su jardín se encuentra un cementerio donde están enterrados, literalmente, "medio Hollywood".

Más allá de la literatura, los gatos han protagonizado episodios impresionantes: desde gatos que toman el autobús (con su bonobús pagado por su familia humana) hasta "gatos ladrones" o aquellos que adivinan cuando una persona está enferma, como el famoso gato Óscar en Estados Unidos, sobre quien también se ha escrito un libro.

Las autoras están convencidas de que el gato será el animal de compañia del futuro. Esto se debe a los cambios en el estilo de vida urbano, donde cada vez hay menos tiempo. Los gatos no necesitan salir a la calle, lo que los hace ideales para climas fríos (como en el norte de Europa, donde ya son más numerosos que los perros) y para personas con agendas apretadas. Son animales "mucho más cariñosos de lo que la gente cree y muy cálidos", y su independencia permite a los dueños, por ejemplo, ausentarse un fin de semana con la tranquilidad de que un vecino puede cuidar de ellos.

Para quienes se plantean compartir su vida con un gato por primera vez, Almudena ofrece valiosos consejos: "paciencia, básicamente paciencia". Recomienda observar, aprender del gato y recordar que es un compromiso de hasta veinte años. Es crucial instaurar rutinas desde pequeños con "refuerzos positivos", como el cepillado o el corte de uñas, para que sean experiencias agradables. La importancia del transportín como un "lugar seguro" es vital, una "pequeña habitación" donde el gato se sienta tranquilo, como demostró la historia de una americana cuyos gatos entraron sin dudarlo a su transportín durante un incendio.

La obra de Ester Pedraza y Almudena Díaz-Miguel nos sumerge en el fascinante y, a menudo, sorprendente mundo de los gatos, demostrando que conocerlos mejor es, sin duda, la clave para amarlos aún más. Si esta charla te ha cautivado, te animamos a adentrarte en las páginas de "Gatos: los felinos que dominan el mundo", una lectura que te enternecerá, te sorprenderá y te hará aprender un montón sobre estos animales maravillosos. Y quién sabe, quizás pronto tengamos una segunda parte para seguir explorando sus infinitas historias.