El próximo 20 de noviembre se cumplen 50 años del fallecimiento de Francisco Franco, dictador que se mantuvo en el poder durante cuatro décadas sin que sus instituciones sufrieran depuración alguna tras su muerte en 1975. Pese al regreso de la Monarquía, organismos como el Tribunal de Orden Público (TOP) se transformaron en la Audiencia Nacional sin cribar a los jueces franquistas. Las cárceles estaban repletas de presos políticos cuya libertad tuvo que ser exigida en las calles, siendo la liberación de los presos vascos la más tardía y costosa.
Sobre este aniversario y sus consecuencias, el historiador de Sabino Arana Fundazioa, Luis de Guezala, ha ofrecido en ONDA VASCA un análisis profundo. De Guezala ha destacado que Franco dejó "todo atado y bien atado" con la designación de Juan Carlos I, y ha subrayado la anomalía de que la condena parlamentaria al franquismo tardó 27 años en llegar. El historiador ha insistido en que, a pesar de la exhumación de 2019, aún quedan muchos temas pendientes en materia de justicia y reconocimiento.