Te contamos la historia de Fox, angustiosa para una familia y su perro, pero que, afortunadamente acabó con un final feliz.
Fox desapareció durante una jornada en el monte, donde acompañaba al hijo de Agustín Garmendia. Tras más de una hora sin verlo -algo totalmente inusual en él-, la familia inició una búsqueda intensa que se prolongó durante días. Revisaron el monte sin descanso y llegaron a pensar que alguien podía haber robado al perro, especialmente después de inspeccionar sin éxito una antigua zona minera cercana.
Convencidos de que Fox seguía vivo, la familia dejó una toalla y dos manzanas, su fruta favorita, en el lugar donde solía bajar del coche. La primera señal de optimismo llegó cuando un guardabosques escuchó ladridos apagados que parecían salir del subsuelo. La pista se confirmó gracias a Kai, un perro de trabajo que detectó la presencia de Fox en una de las bocas de la antigua mina, donde había caído a un pozo vertical y llevaba días atrapado.
Los bomberos del Bidasoa trabajaron para abrir un hueco entre las rocas hasta que Fox pudo salir de golpe, exhausto y cubierto de barro, corriendo directamente hacia Agustín. Tras diez días atrapado, el perro sobrevivió y se recupera ahora en casa, mientras la familia -emocionada y agradecida- destaca el papel fundamental de los guardabosques, de Kai y de los bomberos en su rescate. Fox, dicen, "ha vuelto a nacer".