Con la llegada del verano y las altas temperaturas, es normal que se tienda a sudar más. Incluso sin llegar a hacer ejercicio, el simple hecho de estar expuesto al sol y al calor hace que la sudoración sea más prominente. Esto hace que el olor que expulsa el cuerpo sea mayor y, en consecuencia, la tendencia a ducharse también se vea incrementado.
Es bien sabido que darse una ducha es mejor que darse un baño, en términos de consumo de agua al menos. Pero otro de los temas que mayor debate genera a la hora de limpiarse reside en el uso de la esponja.
Ante esta problemática que la mayoría de personas desconoce, la dermatóloga Ana Molina ha ofrecido su perspectiva en redes sociales, plataforma en la que publica todo tipo de contenidos acerca de los cuidados de la piel.
Esponja sí o no
Uno de los últimos temas tratados ha sido el del uso de la esponja a la hora de ducharse. Esto se debe a que hay personas que hacen uso de ella mientras que otras optan por hacerlo con la mano. La dermatóloga asegura que "no hace falta usar esponjas", argumentando que "sirven para acumular bacterias y arañar la piel".
De hecho, Ana Molina resalta que es más que suficiente pasar el gel por zonas del cuerpo que producen olor como axilas, genitales o pies. Para el resto de zonas sirve que el gel, agua y espuma vayan cayendo verticalmente hacia abajo.
¿Cuánta más espuma mejor?
Y sobre el tema de la espuma también ha hablado la dermatóloga Ana Molina. El público general piensa que cuanta más espuma se cree durante la ducha más se va a limpiar la piel. ¿Es esto cierto? Molina lo desmiente por completo: "La espuma no es más que aire y no por eso limpia mejor".
Inconvenientes de las esponjas
Como bien ha comentado la dermatóloga Ana Molina, siempre va a ser mejor no hacer uso de la esponja ya que puede tener repercusiones en la piel. Ejemplo de ello es la acumulación de bacterias, la irritación de la piel al hacer uso de la misma con fuerza excesiva, empeoramiento del acné en zonas como el pecho o la espalda y el impacto medioambiental debido a su fabricación con materiales no biodegradables.
Con la reciente llegada del verano, este mes de junio puede ser el momento ideal para dar un cambio en lo que se refiere a la higiene personal y dejar a un lado el uso de la esponja, objeto utilizado por muchos pero que la dermatóloga Ana Molina no recomienda por muchos motivos.