Mientras sigue la lucha contra el fuego en distintos puntos de la Península, avanzan las investigaciones sobre el origen de las llamas. Desde el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) alertan de que, detrás de una buena parte de los incendios forestales, está la mano del ser humano, ya sea con fuegos provocados o por descuidos o accidentes. En lo que va de año, 25 personas han sido arrestadas en el Estado por provocar incendios. Algo que es un delito y que, además, conlleva pena de cárcel. ¿Cuál es la condena?
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Los incendios forestales tienen regulación propia en el Código Penal. En concreto, los delitos de incendio están recogidos entre los artículos 351 y 358. El artículo 351 establece que, si una persona provoca un incendio que suponga "un peligro para la vida o integridad física de las personas", la pena será de 10 a 20 años de prisión. En el caso de que alguien incendie montes o masas forestales sin peligro para la vida de las personas, el artículo 352 fija una pena de 1 a 5 años y una multa de 12 a 18 meses. En el caso de que sí se pongan en peligro vidas humanas, la pena podría ser de 10 a 20 años de cárcel imponiéndose, en todo caso, una multa de 12 a 24 meses.
El Código Penal también contempla penas de 3 a 6 años de prisión y una multa de 18 a 24 meses en caso de incendios forestales "de especial gravedad". ¿Qué es lo que determina esa especial gravedad? El hecho de que el fuego afecte a una superficie "de considerable importancia", que genere "graves efectos erosivos" en los suelos; que altere "significativamente" la vida animal y vegetal o que se produzca en un espacio natural protegido. También el hecho de que afecte a zonas cercanas a núcleos de población, o cuando se provoque en un momento en el que las condiciones climáticas o del terreno incrementen su propagación.
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¿Y qué ocurre si el incendio no ha sido intencionado? Si una persona prende fuegos en montes o masas forestales sin que el incendio llegue a propagarse, será castigado con una pena de cárcel de seis meses a un año y una multa de seis a 12 meses. No obstante, en este caso no habrá pena si el fuego no se propaga por la acción voluntaria de su autor.
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