Donald Trump lo ha vuelto a hacer. El presidente estadounidense ha lanzado una afirmación sin ningún tipo de base científica o respaldo de algún estudio que ha agitado a la opinión pública y ha soliviantado a la comunidad científica. ¿El motivo? Afirmar que hay relación entre el Paracetamol y el autismo: "Hay un rumor de que en Cuba no tienen acetaminofén (paracetamol) porque no pueden costearlo. Bueno, difícilmente tienen autismo", afirmaba Trump en una rueda de prensa en la que repitió más de 10 veces la frase "no consuman Tylenol -un fármaco que contiene el principio activo paracetamol-, no se lo den a los niños".
La comunidad científica ha salido en bloque a desmentir (una vez más) al presidente de EEUU. En Las mañanas de Onda Vasca hemos hablado con la farmacéutica Helena Rodero, que ha sido categórica: "No hay ninguna causalidad entre la ingesta de paracetamol durante el embarazo y los casos de autismo. Esto es científicamente incorrecto. Es para echarse las manos a la cabeza, porque lo que estamos viviendo actualmente son los extremos, vamos de un extremo al otro y no hay paso medio. Y hay personas que se creen estos extremos, que son muy peligrosos, porque de las pocas cosas que están autorizadas a tomar las embarazadas es el Paracetamol, en una dosis controlada por su médico".