La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a tres años y seis meses de prisión al entrenador de fútbol de una de las categorías femeninas del Club Pauldarrak de Barakaldo que fue apartado de manera preventiva en mayo de 2024 tras la denuncia por abusos sexuales de cuatro menores de entre 14 y 16 años.
La justicia considera los hechos probados y condena al entrenador de 45 años por un delito de exhibicionismo a una menor de edad, otro contra la integridad moral y dos delitos de agresión sexual a menores.
Las víctimas tuvieron que soportar comentarios inapropiados. Una de las víctimas relató cómo en una ocasión el condenado le pidió un abrazo, momento que aprovechó para darle una palmada en el culo. Otra de las chicas relató como se encontraron en la estación de tren y él se dirigió a ella para decirle que tenían confianza tras lo que el condenado le mostró sus genitales y orinó en el andén.
Respaldo a las denunciantes
Tras confirmarse la sentencia, el club Pauldarrak ha roto su silencio. En declaraciones a Onda Vasca, el especialista en prevención de violencia contra la infancia y delegado de protección de Pauldarrak, Iñaki Alonso, ha explicado que las familias afectadas no van a recurrir la sentencia y que el club la considera positiva porque da veracidad al testimonio de las denunciantes, y porque se pone punto final a un proceso en el que las chicas se han sentido arropadas tanto por el club como por la justicia.
"Al final la sentencia lo que refleja es que que lo que denunciaban era cierto. Se fundamenta como cierto en el proceso. Y en un caso como éste lo más relevante es que que las chicas sienten sensación de alivio por el término del proceso y por sentirse creídas y y arropadas en todo momento", ha explicado Alonso.
Figura del delegado de protección
Además, el especialista en prevención de violencia contra la infancia afirma que estos casos pueden suceder en cualquier equipo pero que es muy importante que las familias sepan que todas las entidades deben contar con un delegado de protección para dar respuesta desde el primer momento. "El club la va a escuchar, la va a atender y la va a acompañar y luego si el club es el que tiene que tomar una decisión la tomará y si tenemos que derivarla externamente para que alguien tome una decisión lo vamos a hacer", ha señalado.
Como delegado de protección de menores Alonso se reunión con el técnico, con las denunciantes y sus familias y con el resto de componentes del equipo. Tras escuchar el relato de las víctimas, decidió apartar de forma inmediata al entrenador que ahora ha sido condenado a tres años y seis meses de prisión.