La escultura 'Dual', situada frente al Ayuntamiento de Donostia, en la calle Ijentea, muestra 400 perforaciones sobre el acero corten y el metacrilato que forman el perfil de la ciudad. Es un recuerdo a las personas que fueron ejecutadas durante la Guerra Civil y el franquismo. Obra de los artistas Amaia Mateos y Tomás Villanueva, esta escultura fue inaugurada el 31 de mayo de 2014. Y hoy ha vuelto a ser el escenario del homenaje a las víctimas del franquismo, organizado por el Ayuntamiento de Donostia, con motivo del 'Día de la Memoria Histórica de San Sebastián'. Precisamente, hoy se cumple 87 años de la entrada de las tropas franquistas en la capital guipuzcoana.
El acto ha comenzado con los sones interpretados por la Banda Municipal de Txistularis, seguidos de la música del violín y violonchelo que han acompañado la danza de un bailarín de Kukai Dantza Taldea. Tras este emotivo momento, los asistentes han colocado grandes margaritas de colores en los agujeros de la escultura 'Dual'. Una ofrenda floral en la que han participado miembros de todos los partidos políticos y de todas las instituciones guipuzcoanas. Al frente, el alcalde de Donostia Eneko Goia que ha estado acompañado de toda la corporación municipal, del Ararteko Manuel Lezertua y del presidente de las Juntas Generales de Gipuzkoa Xabier Ezeizabarrena, entre otros.
Filiberto Ciriza, el peluquero desaparecido en Donostia
Presentes, también, miembros de asociaciones memorialistas y familiares de las victimas. Entre ellas, hemos encontrado a Lourdes y Pepi Fernández Ciriza, nietas de Filiberto Ciriza, desaparecido en el franquismo. Dicen que tienen un "gran cabreo, porque no lo hemos encontrado y eso que hemos mirado por todos los sitios". Aseguran que "de Gipuzkoa solo hay 7 que no han aparecido" y nos han contado la historia de su abuelo.
Filiberto Ciriza era crupier del Casino de San Sebastián y peluquero, por ello, sus nietas creen que "puede estar en el Puente de Hierro; ahí apareció un peine". Nos cuentan que tres o cuatro días después de haber estado en la cárcel, "lo sacaron de la peluquería y lo llevaron en un camión, en Reyes Católicos. Y no sabemos más. Mi abuela y mi madre salieron corriendo a ver y nada". Desde entonces, lo han buscado sin éxito y han tratado de hallar una explicación a lo sucedido: "nos dijeron que podía haber sido uno de Tafalla, que le había denunciado por envidia, porque él era de Tafalla aunque llevaba muchos años viviendo en Donostia"
Sin embargo, la esperanza nunca se pierde y la familia sigue con la búsqueda. "Mi abuela, incluso, compró un panteón, por si aparecía, en Polloe. Ahí estamos enterrando a todos menos a él, que no apareció. Tristura, tristura toda". Mientras, agradecen gestos como el de esta mañana. "La gente se acuerda, por lo menos, y se hace un homenaje para ellos".