Bizkaia

Emilio Lamo de Espinosa: “Me han llegado a preguntar: Si una persona quiere agredirme, ¿puedo clavarle un cuchillo?”

Un chico plantea quién juzga a un astronauta si mata a otro en el espacio y da pie a hablar de la justicia universal. Así instruyen 39 jueces y juezas a alumnos de 48 centros vascos
Emilio Lamo de Espinosa, magistrado e impulsor de ‘Educar en justicia’ en Euskadi
Emilio Lamo de Espinosa, magistrado e impulsor de ‘Educar en justicia’ en Euskadi

A una chica le llamó la atención que “la gente se derrumbara en el juicio”. A otro joven, que un forense les explicara “cómo se abre una cabeza” y un tercero descubrió que “en España no hay cadena perpetua”. Es solo una pincelada de lo que se aprende en el programa Educar en justicia. Una iniciativa que el Gobierno vasco y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco reanudaron ayer jueves, tras la pandemia, y en la que participan 48 centros de ESO y Bachiller –29 de Bizkaia– y 39 juezas y jueces, entre ellos, el magistrado del Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 1 de Bilbao Emilio Lamo de Espinosa.

Explica cómo funciona el sistema de Justicia en las aulas y da la palabra a los alumnos y alumnas. ¿Qué pregunta le ha sorprendido más?

—Me han llegado a preguntar: “Si una persona quiere agredirme, ¿puedo clavarle un cuchillo?”. Eso te da la posibilidad de hablarles de qué es la legítima defensa y de qué tiene que concurrir para que la haya.

¿Recuerda qué le respondió?

—Que tenía que tener en cuenta la necesidad de utilizar un cuchillo y de usarlo de esa forma y si su uso era proporcional a la agresión. Les expliqué que hay cosas que son matemáticas y otras que dependen de cada caso.

¿Qué más les suscita curiosidad?

—Pues, por ejemplo, si una persona comete un delito en China, si tiene que cumplir la pena allí. Otra pregunta curiosa fue que si un astronauta asesina a otro en su nave espacial, ¿qué país asume la responsabilidad? Se habló de la bandera de la nave, de la nacionalidad de los astronautas... A partir de ese caso, explicamos quién es competente para analizar cada delito, quién lo instruye, lo investiga o lo resuelve. Lo importante es que participen porque, a raíz de una pregunta que puede parecer infantil, se puede hablar sobre la jurisdicción universal.

Abordan temas como la violencia de género. ¿Qué dudas albergan?

—Por ejemplo, si el escolta que tiene una mujer vive en su casa, si puede mandarle a hacer recados o renunciar a él, si hay muchas mujeres con una orden de protección y muchas personas en la cárcel por este delito. Les llama mucho la atención el funcionamiento de la pulsera. Se trata de que sepan que, siendo menores, pueden ser tanto autores como víctimas de delitos contra la mujer.

Hay jóvenes que ejercen el control sobre sus parejas. ¿Les preocupa?

—Se les explica que cuando cortan una relación y uno llama 30 veces al día al otro es un acoso que tiene respuesta dentro del ámbito de la violencia de género. Se les insiste en que si tienen conocimiento de estos comportamientos, lo pongan de manifiesto para evitar tragedias. Les interesa mucho porque los teléfonos y las redes sociales se han convertido en una herramienta para hacer cosas buenas, pero también atrocidades.

Hay quien mira el móvil a la pareja.

—Preguntan que si, al haber una relación de afecto, puedes coger el teléfono del otro y ver sus whatsapps. Se les advierte de que eso es un delito contra la intimidad. Este alumnado está dentro del ámbito de la responsabilidad penal del menor y se les explica qué medidas se les pueden aplicar: libertad vigilada o internamiento en régimen semiabierto o cerrado. Se pretende que conozcan la repercusión de cometer ciertas infracciones.

A veces cometen delitos justo antes de cumplir la edad penal.

—En una ocasión me preguntaron: “¿Qué pasa si yo cumplo 18 años el 11 de julio y el 10 de julio a las 23.59 cometo una barrabasada?”. Digo: Primero, ten mucho cuidado porque, según el reloj, igual aparece que son las doce y si no te aplican la Ley de responsabilidad penal del menor, te pueden aplicar otro tipo de medidas. Se les explica de manera intensa dónde se cumplen esas medidas y es importante que sean conscientes de que muchas veces quienes pagan los platos rotos de sus actos son sus padres. Que vean que lo que hacen afecta a muchas personas, incluidas sus familias, que pueden quedar destrozadas.

Sobre todo, si el delito es grave.

—No es lo mismo a efectos sociales una persona que comete un hurto de un móvil que otra a la que se le imputa un delito contra la libertad sexual o de violencia de género. Eso lo arrastra a lo largo de su vida. Les explicamos los delitos menos graves, pero también la repercusión de los graves.

Hablan asimismo de redes sociales.

—Les explicamos, por ejemplo, que el reenvío masivo de una imagen de contenido sexual puede ser delito, qué efectos y consecuencias puede tener. Se incide bastante en cómo tienen que presentar una denuncia, van al juzgado de guardia, les enseñamos las instalaciones y les decimos cómo deben dar la información.

El alumnado asiste a juicios reales.

—Sí, pueden ver desde un caso de agresión sexual, robos con fuerza, hurtos, amenazas y coacciones hasta un tema de lindes. Se les enseña cómo deben comportarse en la sala de vistas, guardar silencio, tratar de usted... Las personas se están jugando desde multas hasta penas de prisión y hay que ser respetuoso.

¿Qué mitos de las películas se les caen cuando visitan los juzgados?

—“¿Y tú no tienes una maza?”. Pues no, como mucho hay una campanilla, pero en el Supremo. “¿Y el juez no está sentado por encima de todos?”. Aquí estamos todos en el mismo plano porque se imparte justicia en igualdad de condiciones entre jueces, fiscales y abogados. Otro falso mito es que el juez pone lo que le da la gana en la sentencia, cuando parte de una ley dada por los políticos. Me preguntaron también qué caso me había afectado más.

No nos dejará con la intriga...

—Era Navidad y estaba de guardia. Vino una persona y me dijo que en un domicilio se había encontrado a una recién nacida muerta. Fuimos y descubrimos que había nacido pocas horas antes y fallecido por la falta de asistencia. Yo acababa de tener una niña y me afectó muchísimo. Me sigo acordando mucho de ella. Mi mujer dice que jamás me había visto entrar así por la puerta. Les transmití eso porque es lo que se pueden encontrar.

¿Debería impartirse toda esta materia en el currículo escolar?

—Debería haber una asignatura para que conozcan sus derechos y deberes constitucionales en aquellas cosas que puedan serles útiles.

Programa

‘Educar en justicia’. Jueces y juezas explicarán cómo funciona el sistema de Justicia en las aulas.

Tres sesiones. El programa incluye una charla del magistrado o magistrada, la asistencia a un juicio real y, por último, la celebración de una vista asumiendo los roles de las partes implicadas.

Objetivo. La consejera de Justicia, Beatriz Artolazabal, destacó la importancia de que los alumnos y alumnas sepan distinguir “qué acciones son delito y qué mecanismos existen para defenderse si son víctimas”.

2023-01-28T05:12:07+01:00
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