El truco para limpiar el árbol de Navidad y por qué deberías lavarlo

Actualizado hace 6 minutos

Montar el árbol de Navidad es uno de los "rituales" que se repiten cada diciembre. Pero hay un detalle que solemos pasar por alto: los árboles artificiales acumulan polvo, restos de suciedad y olor a humedad año tras año, incluso aunque hayan estado guardados. La influencer conocida como La ordenatriz lo ha puesto sobre la mesa con un vídeo sencillo y muy efectivo: “Si tu árbol ya tiene algún año, es hora de darle un buen baño”. Lo que guardas en un trastero o armario no se conserva “limpio para siempre”, se degrada silenciosamente.

Aunque no lo parezca, un árbol de plástico o PVC es un imán para el ambiente del lugar donde pasa once meses. Si se guarda en altillos, garajes o cuartos sin ventilación, las ramas retienen polvo fino, restos de fibras, pequeñas partículas del exterior y, con frecuencia, un olor a cerrado que se activa al abrirlo. Por eso en el vídeo llama la atención el color del agua: “Mira la suciedad del agua y lo que es peor el borde de la bañera”. Ese gris es la suma de años sin pasar una limpieza profunda. Además, un árbol polvoriento puede empeorar alergias en casa, porque el polvo acumulado se dispersa justo cuando lo sacudes y lo montas en un espacio cerrado.

El método de la bañera

El truco consiste en no tratar el árbol como si fuera un objeto al que quitarle solo el polvo superficial. La Ordenatriz recomienda llenar la bañera con agua templada, añadir un poco de jabón y dejar el árbol en remojo. Su frase clave es: “Echa un poco de tu jabón habitual, lo dejas una hora en remojo y remueves un poco”. Es importante el tiempo porque permite que el agua penetre en las fibras del plástico y suelte el polvo que queda atrapado entre las ramas. Remover ayuda a que la suciedad se desprenda y no se quede pegada en la base. Este lavado es especialmente útil en árboles grandes o muy frondosos, donde limpiar rama por rama sería eterno.

El problema del olor a humedad

Puedes tener un árbol que no parezca muy sucio pero que huela mal. Ahí La ordenatriz propone cambiar de producto: “Y si huele a humedad, sustituye el jabón por un limpiador con oxígeno activo”. Los limpiadores con oxígeno activo no solo limpian: rompen moléculas que provocan olor, por eso son buenos para textiles y también para plásticos que han absorbido ambiente húmedo. Si el problema es el olor a cerrado, el jabón perfuma pero no neutraliza; el oxígeno activo sí ayuda a eliminar la causa.

Después del baño viene lo más importante para que el truco sea efectivo. La ordenatriz lo dice así: “Aclaras, abres las ramas y sacudes con energía”.Si no sacudes bien, el agua queda en rincones internos y vuelve el olor a humedad en pocos días. El secado debe hacerse con el árbol abierto y ventilado, idealmente un día entero, para que no quede agua escondida. Y hay otro matiz clave que el vídeo remarca: “Fundamental, un filtro para no taponar las tuberías”. Las ramitas plásticas, purpurinas o residuos que se desprenden pueden atascar el desagüe. Poner un filtro evita una avería tonta.

Cuándo no conviene mojarlo

Este método es perfecto para árboles tradicionales desmontables, pero hay que usar el sentido común. Si tu árbol tiene luces integradas no desmontables, lo más seguro es no sumergirlo entero. En esos casos funciona mejor una limpieza por partes con paño húmedo y un poco de jabón, o incluso aspirado con un cepillo suave.

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El resultado, como dice el vídeo, es un “diferencia” bastante grande. Un árbol limpio no solo se ve mejor al ponerle luces, también mantiene el color, la textura y la flexibilidad de las ramas durante más tiempo.