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El soberanismo censura a Salvador Illa por querer restituir a Trapero al frente de los Mossos

ERC y Junts lo tachan de “ocurrencia” y acusan al PSC de “andar repartiendo cargos” antes de que voten los catalanes
El exmajor de los Mossos, Josep Lluís Trapero.
El exmajor de los Mossos, Josep Lluís Trapero. / EFE

El anuncio de Salvador Illa de restituir al excomisario jefe de los Mossos Josep Lluís Trapero al frente de la Policía catalana si él alcanza la presidencia de la Generalitat soliviantó ayer miércoles a los partidos independentistas, que tacharon este compromiso de “ocurrencia” al tiempo que reprochaban al PSC su actitud de “andar repartiendo cargos” antes de que los catalanes voten. El líder socialista, que además adelantó que la actual alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y portavoz de su formación, Núria Parlon, sería la nueva consellera de Interior, desveló que ya le ha trasladado esta propuesta a quien fuera mando de este Cuerpo policial y que aceptaría regresar. “Se lo propuse y me dijo que él estaba al servicio de Catalunya y que, por tanto, no tenía ningún inconveniente”, destacó Illa, que calificó a Trapero como “un ejemplo de lo que yo entiendo por servicio público”. De hecho, precisó que no mantuvo con él “una conversación de un cuarto de hora” ni un único encuentro para lanzarle este planteamiento, y que busca “profesionalizar este tipo de trabajos. Yo no quiero personas con estas responsabilidades que estén por su manera de pensar o por su adscripción política, sino gente competente”.

Trapero, que se convirtió en una especie de héroe tras los atentados yihadistas en Catalunya en agosto de 2017, también estuvo bien mirado por el independentismo por su labor durante el referéndum del 1 de octubre, al tiempo que era vilipendiado por el coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos. “Si yo hubiera tenido mando sobre los Mossos, mi primera decisión habría sido apartar al major, que estaba constantemente poniendo palos en las ruedas. Fueron complacientes con la celebración del 1-O y obstruyeron la actuación del resto de Cuerpos de Seguridad del Estado”, reprochaban desde la Benemérita. Para enero de 2020, Trapero llevaba más dos años suspendido tras la aplicación del artículo 155. Por ello, el líder que había ascendido a un cargo único en los Mossos –que no perdió ni entonces ni en su cese posterior– decidió dar un viraje a sus posicionamientos. Es más, Trapero explicó después ante el tribunal que advirtió a Carles Puigdemont de los riesgos de seguir adelante con el referéndum e incluso soltó que elaboró un plan para detener al entonces president y llegó a ofrecerse a detenerlo él mismo en los días previos a la declaración unilateral de independencia. Un relato corroborado por sus dos principales colaboradores en la cúpula de la Policía catalana. El relato de sus dudas sobre el 1-O y las críticas a Puigdemont, junto al argumento de que no había efectivos policiales suficientes para impedir la consulta, le sirvieron para ser absuelto por la Audiencia. Trapero volvió al Cuerpo pero fue por unos meses. Cuando ERC se hizo con el poder, una de las primeras decisiones de Pere Aragonès fue destituirle.

Malestar

El líder de Esquerra fue tajante ayer miércoles con Illa. “Me sorprende que, antes de que la gente haya votado, ya haya quien está repartiendo cargos”, afirmó, y añadió que la propuesta que le hubiera gustado oír por parte de Illa es que “el Ministerio de Interior dejará de poner palos a las ruedas a las políticas de seguridad de los Mossos” cuando se cubren eventos como la Copa América. Por su parte, Puigdemont aseveró que es “contradictorio” con su idea de “preservar a la policía del combate partidista”. “Esperaría a ver qué dicen los ciudadanos en las urnas, les tengo un gran respeto. Nosotros no haremos ningún nombramiento de cargos hasta saber qué nos encargan los ciudadanos”, recalcó el candidato de Junts. En paralelo, la CUP ve “irónico” que Illa quiera “restituir” a un Trapero relegado en 2017 por el 155 al que “dieron su apoyo” los socialistas. En su opinión, “sería interesante” que lo que se define como doctrina Trapero, aplicada el 1 -O, “se extrapolase a nivel de vivienda”. “La doctrina Trapero del 1-O consistía en partir de la premisa de que, si había muchas personas a las puertas de las escuelas donde se podía votar, una intervención policial generaría peores consecuencias que no intervenir”, manifestaron.

Insinuación de Illa

Illa parece dispuesto a soltar secretos en esta recta final de campaña. El último hace referencia a lo que ocurrió, según su versión, cuando implosionó el Govern de ERC y Junts en 2022. “Cuando colapsó, un partido me vino a buscar para que forzara una convocatoria electoral”, opción que descartó, reveló en clara alusión a la marca de Puigdemont. “Yo no he bloqueado cuando he tenido opción. Yo podría haber forzado unas elecciones. Y no lo hice”, se jactó. Preguntado por quién era ese partido, indicó: “Imagíneselo, es fácil, ya se ha visto”.

2024-05-10T05:39:03+02:00
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