Polideportivo

El silencio funerario de la Fiorentina

El histórico club de Florencia no ha ganado ningún partido después de quince jornadas de liga y solo posee 6 puntos, lo que anticipa un drama: jamás un club con semejante botín a estas alturas de la temporada logró salvar la categoría en Italia
Los jugadores de la Fiorentina dan la cara ante los aficionados tras su última derrota en la Serie A, ante el Hellas Verona (1-2).
Los jugadores de la Fiorentina dan la cara ante los aficionados tras su última derrota en la Serie A, ante el Hellas Verona (1-2). / EFE

Actualizado hace 3 minutos

Cuentan los italianos, orgullosos, que el fútbol moderno nació en las calles de la Florencia renacentista –en la Piazza Santa Croce en concreto–, que el deporte más popular del mundo resulta una adaptación del calcio florentino, un brutal juego de pelota que enfrentaba con violencia a los cuatro barrios de la ciudad, dicen que nacido como un capricho de la aristocracia medieval que incluso lo practicaron papas como Clemente VII, León XI y Urbano VIII. Ahora, en las calles de Florencia se habla, y mucho, de fútbol, de este nuevo fútbol que mueve masas por todos los rincones del planeta. Pero los discursos no son precisamente orgullosos, sino de lamento. Porque el club de la ciudad, la Fiorentina, que mientras tanto guarda silencio, atraviesa una profunda crisis que no parece tener epílogo.

La estadística es funesta: en Italia, jamás un club con tan pocos puntos a estas alturas de la temporada salvó la categoría. La Fiorentina ocupa la última posición de la Serie A, con 6 puntos después de 15 jornadas disputadas, y figura a 8 de la permanencia. Es, junto al Wolverhampton inglés, el único equipo de las cinco grandes ligas que a estas alturas del curso no ha logrado una sola victoria. Es decir, los violas se aferran a la consecución de un hecho sin precedentes para evitar el descenso.

El drama es inmenso, porque se trata de unos de los clubes históricos del Calcio, como muestra su recorrido. La Fiorentina solo ha permanecido seis temporadas fuera de la máxima división italiana, y la mitad de ellas se corresponden a las décadas de los años 20 y 30. Otra fue en la 1993-94, cuando Claudio Ranieri obró el ascenso que devolvió al equipo a la élite. Las dos restantes fueron en la 2002-03 y en la 2003-04, y se debieron a causas extradeportivas: el club sufrió una quiebra económica y en 2002 tuvo que se refundado para iniciar su escalada desde la Serie C. En dos años firmó dos ascensos para retornar a la élite.

De disputar títulos europeos al peligro del descenso

El giro de la Fiorentina ha sido radical. Cerró la temporada anterior en la sexta posición, que le dio el acceso a la Conference League que ahora disputa, competición en la que ha jugado dos finales en los últimos años (2022-23 y 2023-24) y la semifinal de la pasada edición. Pese a ello, Raffaelle Palladino dejó el banquillo y su lugar lo ocupó Stefano Pioli, quien alcanzó el título de liga con el Milan en la 2021-22 y que llegó como ex del Al-Nassr de Cristiano Ronaldo. Su estancia fue efímera; se prolongó 14 partidos. Fue cesado y reemplazado por Paolo Vanoli, ex del Torino, Venezia y Spartak Moscú, quien se presentó asegurando que le gustan los retos y que él también se la está jugando, pero que no ha logrado redirigir el rumbo. En la última jornada perdió contra el penúltimo clasificado, el Hellas Verona (1-2).

El único oxígeno llega desde la Conference, donde la Fiore ocupa la undécima posición de 36 equipos, con 9 puntos gracias a tres victorias y dos derrotas. Pero no es suficiente. Ni mucho menos. La liga es lo que preocupa en el estadio Artemio Franchi, donde paradójicamente peor rinde el equipo. Los violas solo han sumado en casa dos de los seis puntos que atesoran. Un dato aterrador.

Paolo Vanoli, técnico de la Fiorentina.

Paolo Vanoli, técnico de la Fiorentina. EFE

Desde el club se justifica el rendimiento deportivo como local con el hecho de que el estadio permanece en obras desde febrero de 2024. La modernización lleva un retraso de tres años debido a problemas financieros, dificultades técnicas y desafíos logísticos, ya que el equipo no ha dejado de jugar allí. Las consecuencias son un estadio que adolece de ambiente –la Curva Fiesole que está en obras es donde se alojan los hinchas más fervientes– y que con su capacidad reducida genera pérdidas millonarias. La falta de apoyo del público es un argumento recurrente estos días.

Un rendimiento individual muy pobre

Lo cierto es que el rendimiento individual deja mucho que desear. La plantilla presenta un valor de mercado de 285 millones de euros. Es la séptima más cara de la Serie A, según el portal especializado Transfermarkt. Cuenta además con doce jugadores internacionales. Pero los supuestos nada tienen que ver con la realidad. El máximo goleador es el mediapunta Albert Gudmundsson; es decir, un centrocampista, con cinco goles. El siguiente jugador con más tantos, cuatro, es un pivote, Rolando Mandragora. Entre los tres principales delanteros reúnen siete goles. Edin Dzeko suma dos, Roberto Piccoli –fichaje estrella del verano procedente del Cagliari por 25 millones– ha anotado otros dos y Moise Kean lleva tres. Especialmente llamativo es el caso de este último: la pasada campaña Kean logró 25 tantos, mientras que a mediados de diciembre suma tres.

David de Gea es otro de los grandes señalados como portero con más goles encajados de la liga (26). El capitán, Luca Ranieri, es otro foco de críticas por varios episodios de pérdidas de papeles. Por si fuera poco, los rumores rodean a varios jugadores, como Gudmundsson o el lateral izquierdo Dodo, algunos de los cuales podrían abandonar el barco en el próximo mercado de invierno, lo que podría agravar aún más la situación.

La ley del silencio

Por las calles de Florencia se habla, y mucho, sobre la crisis del club. Se dice de que está en un territorio desconocido, en una situación de máxima delicadeza. Mientras tanto, la entidad ha impuesto el silenzio stampa, una expresión italiana que quiere decir lo siguiente: después de que sucede algo muy trascendente, los implicados en los hechos deciden no manifestarse ante los periodistas. Es decir, no hay ruedas de prensa, entrevistas ni nada parecido hasta nueva orden –salvo que puedan implicar sanciones–, a fin de tratar de revertir con urgencia una dinámica que está abocada al descenso, salvo hecho insólito en la historia. El silencio suena funerario en la Fiorentina.

2025-12-18T18:50:44+01:00
En directo
Onda Vasca En Directo