Todavía se nos hace habitual escuchar que en un accidente de tráfico los fallecidos o parte de ellos no llevaban abrochado el cinturón de seguridad. Aunque en España es obligatorio para conductor y copiloto desde 1975 y para los ocupantes de los asientos traseros desde 1992, sigue habiendo gente que no lo utiliza aun a sabiendas de que se multiplica el riesgo en caso de accidente.
Accidentes y multas
De hecho, la DGT asegura que con su uso se reducen en un 90% tanto el riesgo de muerte como el de sufrir lesiones graves en la cabeza. También disminuyen en un 75% las posibilidades de que el siniestro se salde con fracturas, heridas o daños físicos de todo tipo. Y si las opciones de accidente no asustan, a algunos conductores tampoco les alertan las sanciones que les pueden caer si les pillan sin cinturón en un control, y que consisten en 200 euros de multa y 4 puntos del carné, ya que se considera una infracción grave.
En Mónaco no es obligatorio
Pero, aunque parezca mentira, todavía hay un país europeo en el que se puede conducir sin el cinturón puesto sin que se incumpla ninguna norma y, por tanto, sin estar expuesto a una sanción. Se trata del Principado de Mónaco, el microestado (apenas 2 kilómetros cuadrados) situado entre Francia e Italia en el que, paradójicamente, a buen seguro que se concentra la mayor proporción de vehículos deportivos de gran cilindrada en relación a la extensión de su territorio.
Vista de Mónaco.
Tiene una razón de ser, aunque discutible: al tratarse prácticamente en su totalidad de terreno urbano, el límite máximo de velocidad es de 50 kilómetros por hora, con lo que se consideró que serían improbables los accidentes importantes.
Pero eso es la teoría, porque la realidad habla de que hay zonas en las que se duplica esa velocidad ante la escasez de controles y la ausencia de radares, con los que muchos conductores de coches deportivos sienten la libertad de emular a los Fórmula 1 que compiten una vez al año en el mítico circuito de Mónaco.
Se reabre el debate
Incluso aunque se respetaran a rajatabla los límites, establecidos, una velocidad de 50 km/h en una ciudad, con mucho tráfico y peatones, puede provocar accidentes serios. De hecho, en 2003 murieron seis personas en accidentes de tráfico en las carreteras monegascas. De ahí que ahora que se prepara un nuevo proyecto de ley sobre seguridad vial haya muchas voces que exijan que, como en el resto de Europa, se introduzca la obligatoriedad de abrocharse el cinturón.