El 7 de julio se celebra una fecha que nos transporta a un capítulo fascinante y a menudo desconocido de la historia política de Euskadi: el Pacto o Constitución de Bayona. Aprobado en 1808 durante la invasión napoleónica, este documento, contra todo pronóstico, logró salvaguardar los Fueros vascos. En la Asamblea de Bayona, los representantes de Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra demostraron una notable habilidad diplomática para proteger sus instituciones seculares.
Luis de Guezala, experto en historia vasca, ha explicado en ONDA VASCA, cómo este pacto, en medio de un contexto convulso, permitió preservar las particularidades jurídicas vascas. También ha resaltado la astucia de los delegados vizcaínos en esta negociación crucial, ofreciendo una visión profunda sobre este episodio que combina diplomacia y leyes ancestrales.