La Airmendiarrieta Kristau Fundazioa prepara para 2026 Arizmendiarrietare Urtea. Año de la Empresa Humanista. La celebración coincide con el 50 aniversario de la muerte de José María Arizmendiarrieta —29 de noviembre de 1976—, sacerdote cuya mirada social alumbró el cooperativismo vasco. Además, mañana se celebra el décimo aniversario de la declaración de Venerable por el Papa Francisco. Hablamos de ello con Juan Manuel Sinde, presidente de la fundación Arizmendiarrieta y socio colaborador de Laboral Kutxa.
¿Por qué considera que este es un momento adecuado para reivindicar la figura de Arizmendiarrieta?
Coinciden dos fechas relevantes: los diez años desde que fue declarado Venerable por el papa Francisco y los cincuenta años de su fallecimiento. 2026 lo dedicaremos a recordar a un personaje excepcional y, sobre todo, a actualizar su legado impulsando la idea de empresa humanista.
¿Cuál es el mensaje principal que quieren trasladar?
Que los valores humanistas inoculados en la cultura cooperativa son aplicables a cualquier empresa. La experiencia ha demostrado que ayudan a mejorar la satisfacción de los trabajadores y la competitividad.
¿Qué elementos de su pensamiento considera vigentes?
Hay dos pilares: tratar a todos con el mismo respeto y la prioridad del bien común sobre los intereses individuales. En un mercado global, nuestras empresas no compiten por costes, sino por calidad, y eso exige creatividad, compromiso y colaboración. Para que las personas aporten, deben sentirse respetadas. Aún hay demasiada desconexión entre profesionales y objetivos empresariales. Arizmendiarrieta defendía que la empresa debía favorecer el desarrollo personal, algo hoy más necesario que nunca. En cuanto al bien común, recordaba que las decisiones deben mirar al futuro colectivo. Las cooperativas han integrado esa lógica y sería deseable que más organizaciones hicieran lo mismo.
“ Aprovechar el potencial humano es imprescindible en un entorno que cambia a gran velocidad ”
¿Por qué su mensaje se mantiene vigente medio siglo después?
Porque ha funcionado. El cooperativismo que inspiró constituye el grupo empresarial más relevante del país. Y porque aprovechar el potencial humano es imprescindible en un entorno tecnológico que cambia a gran velocidad. Expertos internacionales como Gary Hamel o Frederic Laloux van en esa misma dirección. También lo demuestra la gestión de Paul Polman en Unilever, donde combinó sostenibilidad y rentabilidad.
¿Es posible transformar la empresa para transformar la sociedad?
En un mundo global es difícil hacerlo a gran escala, pero sí en comunidades más acotadas como la vasca, donde existe tradición participativa. Humanizar la empresa es una necesidad mayor para quienes compiten en mercados internacionales.
Tienen previsto lanzar el Club para la Promoción de la Empresa Humanista. ¿En qué consistirá?
El club definirá un ideario común, incorporará socios y contará con órganos de gobierno. Desde ahí impulsaremos varias líneas: difundir prácticas recomendadas mediante vídeo píldoras, divulgar las buenas experiencias premiadas en los Arizmendiarrieta Sariak, ampliar las categorías de premios, promover una ley fiscal de Empresa Humanista en Nafarroa... También adaptaremos el MIPE para su aplicación en administraciones públicas.
Juan Manuel Sinde defiende los valores y el pensamiento humanista propugnados por .José María Arizmendiarrieta
La frase que guía el Año de la Empresa Humanista es “Siempre hay un paso más que dar”. ¿Cuál es ese paso para las empresas de Euskal Herria?
Implementar los sistemas de gestión recomendados de forma progresiva. Eso se consigue mejorando la comunicación interna para generar confianza, asegurando una formación de calidad —entre 40 y 80 horas anuales por persona— e implantando mecanismos de participación en resultados para toda la plantilla fija.
¿Qué balance hace de 2025?
Arizmendiarrieta advertía de que la satisfacción puede adormecer. Preferimos fijarnos en lo que falta por hacer. Aun así, hemos alcanzado 200 presentaciones del MIPE, hemos publicado 380 artículos de opinión desde nuestros inicios, hemos avanzado en los cuatro libros que editaremos en 2026 y hemos organizado múltiples actividades preparatorias.
¿Cuál es el potencial del modelo humanista fuera de nuestras fronteras?
Este modelo funciona mejor en países con tradición cooperativa o participativa. Aquí debemos evitar que intereses a corto plazo bloqueen un camino beneficioso para todos.
“ Apoyar la cultura humanista contribuiría a superar la confrontación y sustituirla por una dinámica de cooperación que trae beneficios para todos ”
¿Qué barreras frenan la participación real en gestión, resultados y propiedad?
Según una investigación reciente, las empresas deben ser más transparentes y estar dispuestas a compartir espacios de decisión; los sindicatos, equilibrar su papel reivindicativo con uno más colaborativo y técnico. Persisten recelos hacia fórmulas participativas, aunque avanza el consenso sobre la conveniencia de compartir resultados. El MIPE es una vía sólida para ello.
¿Qué papel deberían jugar instituciones y organizaciones empresariales para asegurar continuidad del Año de la Empresa Humanista más allá de 2026?
No me corresponde indicarles su papel, pero intensificar los apoyos a la cultura humanista —como la Nueva Cultura de Empresa o Ekinbarri— sería positivo. Contribuiría a superar la confrontación y sustituirla por una dinámica de cooperación que trae beneficios para todos.