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El consorcio vasco aguarda la fecha de la junta de accionistas de Talgo

La empresa ferroviaria podría anunciar este miércoles la convocatoria de la reunión que oficializará el traspaso accionarial
El consejero de Hacienda y Finanzas, Noël D'Anjou
El consejero de Hacienda y Finanzas, Noël D'Anjou / EFE

La operación de compra de casi un tercio del accionariado de Talgo está más cerca de sustanciarse. Se espera que a lo largo del miércoles la empresa ferroviaria anuncie la fecha de la junta de accionistas que ratifique la “nueva estructura de financiación” de la misma, según expresó hoy el consejero de Hacienda y Finanzas del Gobierno vasco, Noël d’Anjou. Aunque la previsión del Ejecutivo era que en el día de hoy se confirmase la fecha de esa esperada junta, fuentes próximas a la empresa indicaron que lo más probable es que sea durante este miércoles. En todo caso, la aportación del Gobierno vasco a esta operación rondará una cifra entre 75 y 80 millones de euros, según confirmó Lakua.

El consejero de Hacienda del Gobierno vasco, Noël d’Anjou, detalló la aportación del Ejecutivo a la compra de Talgo. El pasado viernes, el consorcio encabezado por Sidenor, junto con fundaciones bancarias BBK y Vital y el fondo público para inversiones estratégicas Finkatuz, anunció que había cerrado la compra del 29,76% de la propiedad del constructor ferroviario por 156,67 millones de euros, a un precio de 4,25 euros por acción.

En su comparecencia tras el Consejo de Gobierno, d’Anjou explicó que la junta general de accionistas de Talgo que debe convocarse para aprobar este traspaso accionarial constituirá una reunión “importante para que se apruebe la nueva estructura de financiación” de la empresa. D’Anjou valoró que el acuerdo de compraventa de Talgo por un consorcio vasco supone “una oportunidad para garantizar el empleo y traer la sede” a Euskadi.

El consejero explicó que aunque el consorcio vasco no tiene la mayoría de las acciones, al ser Talgo una empresa cotizada en Bolsa y con el porcentaje accionarial del que se va a hacer cargo este grupo “se entiende que se tiene el control y así va a ser”. “Tenemos la posibilidad no solo de garantizar los empleos, sino de traer aquí la sede. Se irá viendo qué es lo que se puede conseguir”, añadió.

Del volumen total inyectado por el Gobierno vasco, 45 millones serán a través de renta variable mediante el fondo Finkatuz, mientras que entre 30 y 35 llegarán mediante la inyección de capital de Ekarpen. De estos dos nombres, el más conocido es el fondo público Finkatuz, que ha movilizado 150 millones de euros desde su lanzamiento en el año 2022, con inyecciones de capital en CAF, Kaiku, ITP, Arania, Innometal y Ohmnia Electronics. En la actualidad, dispone de un remanente de 200 millones de euros, una capacidad que será ampliada con 350 millones más para poder ejecutar nuevas operaciones en empresas vascas desde 2026 y hasta 2030.

Por su parte, Ekarpen es un vehículo inversor constituido en 2008 con el objetivo, según sus fundamentos, de “prestar el apoyo a sectores innovadores con atractivo estratégico para Euskadi”, en la consecución de “proyectos con alto potencial” en la creación de valor y con la dimensión adecuada. En esta sociedad participan, de manera fundamental, Kutxabank, con el 44% del capital, y el Gobierno vasco, con el 34%, mientras que el resto está en manos de las tres diputaciones forales y Mondragon Inversiones.

Su estrategia de inversión está orientada fundamentalmente a operaciones centradas en “procesos de consolidación, o crecimiento de empresas o grupos maduros que cuenten con una dimensión relevante”. De esta manera, da prioridad a grupos empresariales con carácter “tractor” en Euskadi, que presenten un alto componente de innovación, así como a proyectos con “socios industriales o equipo directivo sólidos y de probada experiencia”. De forma más concreta, Ekarpen indica que en su estrategia se incluye el respaldo a proyectos empresariales que presenten “alternativas claras de desinversión en un período de entre seis y ocho años”, lo que podría dar una idea del plazo que la sociedad estima como necesario para que el apoyo a Talgo se traduzca en resultados concretos.

La operación principal consiste en la adquisición del 29,76% de Talgo que ahora está en manos de Trilantic y otros accionistas minoritarios, por 156,7 millones de euros, de los que el Gobierno vasco aportará unos 45 millones de euros mediante Finkatuz (Sidenor y BBK pondrán esa misma cantidad cada uno y Vital los otros 22 millones). Posteriormente, los socios tendrán que suscribir unas obligaciones convertibles en acciones por 75 millones de euros, de los que el Ejecutivo se hará responsable, a través de su participación en Ekarpen, de entre 30 y 35 millones.

D’Anjou recordó que la convocatoria pendiente de la junta de accionistas ha sido “una de las cuestiones que ha dilatado toda la operación”. A su juicio, el traspaso de las acciones podría estar ya completamente cerrado para el mes de diciembre, diez meses después del preacuerdo inicial de la operación.

2025-11-12T13:09:03+01:00
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