Por parte del equipo de "Café con Patas", agradecer a los profesionales e integrantes de entidades de protección animal su participación en esta entrevista. Y a José Ramón Becerra, su disposición a responder a todas las preguntas planteadas sin filtro previo alguno.
El responsable de la DGDA en los estudios de Onda Vasca con Jon Arraibi
José Ramón Becerra Carollo, director de la Dirección General de Derechos de los Animales, durante su visita a nuestro programa "Café con Patas", ha respondido diversas preguntas planteadas por profesionales del ámbito canino y el mundo de la protección animal.
Sobre la regulación de la profesión de Educador Canino
Jorge Hernández Segurola, educador y formador canino con una larga trayectoria (Amarok Educación Canina) cuestionó a Jose Ramón Becesrra sobre la necesidad de regular y mejorar la formación que se debe exigir a los profesionales de la educación canina. Así, expresó su profunda preocupación por la falta de regulación en la formación de los profesionales del sector. Señaló que el certificado de profesionalidad actual es insuficiente, al contar con una única asignatura orientada a la educación y modificación de conducta, y lamentó la proliferación de "profesionales" sin la capacitación adecuada, lo que lleva a malas praxis y problemas de adaptación en los perros. Abogó por un ciclo formativo de grado superior que garantice una formación seria y reglada.
José Ramón Becerra Carollo compartió la visión de Hernández Segurola sobre la necesidad de regular el sector de los profesionales del comportamiento. Afirmó que el reglamento de desarrollo de la ley ya establecerá un registro de profesionales para combatir la competencia desleal y el intrusismo. Subrayó que se trabaja en la mejora de las capacitaciones actuales, reconociendo diferentes figuras como el adiestrador-educador canino, los profesionales universitarios con másteres en etología y los veterinarios especialistas en comportamiento animal. Asimismo, destacó la importancia de capacitar también a los titulares de perros, señalando el curso de formación en antes de convivir con un perro como un primer paso hacia una mayor reflexión previa a la adquisición de un animal.
Sobre la figura del criador y la escasa participación de los educadores y adiestradores en la redacción de la Ley
Sobre las tres cosas que haría el Director de la DGDA
Manuel Pacheco, adiestrador y educador canino del sur de España, le pidió a Becerra Carollo que compartirera sus tres prioridades si tuviera "carta libre", sin las restricciones políticas habituales, para el beneficio de los animales.
¡José Ramón Becerra Carollo, contestó que, en primer lugar, se centraría en mejorar la formación de las fuerzas de seguridad y las instituciones para una lucha más efectiva contra el maltrato animal. En segundo lugar, se enfocaría en la formación de la ciudadanía y en el perfeccionamiento de la estructura legal y administrativa para erradicar el abandono de animales. Finalmente, propuso una transformación en la perspectiva administrativa sobre el animal de compañía, adecuándola a la realidad social donde el animal es ya un miembro más de la familia. Esto implicaría integrar a los animales en los servicios sociales, las políticas de cuidados, tratamientos veterinarios, transporte y viajes.
Sobre la presencia de animales en los hospitales acompañando a enfermos
María Teresa Mollano, responsable de enfermería del plan de paliativos del Hospital Regional de Málaga, compartió la iniciativa de su unidad de acercar perros a los pacientes en cuidados paliativos. Preguntó al director general sobre sus ideas para fomentar la presencia de animales en centros sanitarios con fines terapéuticos o de acompañamiento familiar.
Becerra Carollo calificó la iniciativa como "preciosa" y la consideró fundamental para permitir que las personas se despidan dignamente de sus seres queridos, incluyendo a sus animales, al final de la vida. Destacó que esto se alinea con programas de terapias asistidas ya existentes en ámbitos hospitalarios y geriátricos. Subrayó la importancia de garantizar el bienestar de los animales utilizados en estas terapias mediante un adiestramiento adecuado y condiciones óptimas durante su estancia, buscando siempre un equilibrio con las exigencias sanitarias hospitalarias. Afirmó que "los animales los cuidamos, pero también nos cuidan", un claro ejemplo de la profunda conexión entre humanos y animales.
Sobre la elección del perro adecuado a nuestro estilo de vida
Eider Morán, vicepresidenta del Club Ibérico de la Raza Perro Lobo Checoslovaco, planteó la cuestión de las inspecciones para asegurar el cumplimiento de la normativa actual, sugiriendo un interés en la cría irregular.
José Ramón Becerra hizo hincapié en la responsabilidad compartida, destacando que razas como el Malinois, el Perro Lobo Checoslovaco o el Border Collie no son adecuadas para todas las familias debido a sus elevadas exigencias de ejercicio y control de comportamiento. Mencionó que el futuro curso de formación obligatorio para la tenencia de perros busca precisamente fomentar una reflexión previa en los futuros propietarios, para asegurar que el animal se adapte a su estilo de vida. El objetivo es reducir las tasas de abandono, especialmente de razas como los perros potencialmente peligrosos y los Malinois, que son de las que menos salida tienen en los centros de recogida.
Sobre el estatus de los animales en el transporte aéreo
Desde Sudáfrica, Sonia AGuado, fundadora de Fly Together, una organización que busca cambiar el trato a los animales domésticos en el transporte aéreo, cuestionó cómo es posible que, a pesar de que la ley española reconoce a los animales como seres sintientes, al entrar en un aeropuerto pierdan ese estatus y sean tratados como objetos, sin responsabilidad ni compensación en caso de pérdida o muerte.
Becerra Carollo reconoció la complejidad del asunto, explicando que muchas de las normativas de transporte aéreo provienen de convenios internacionales y reglamentos europeos, lo que dificulta su modificación a nivel nacional. Sin embargo, destacó que se están logrando avances, con aerolíneas que comienzan a permitir animales en cabina. Atribuyó este cambio a la presión de las familias, que cada vez más exigen viajar con sus animales y eligen compañías que lo permiten. Concluyó que la combinación de acciones institucionales y el ejercicio de los derechos de los consumidores por parte de la sociedad civil son clave para transformar esta situación.