A finales de 1980, la negociación del Concierto Económico entró en una fase crucial que culminó con el acuerdo histórico del 29 de diciembre. Este hito permitió que Bizkaia y Gipuzkoa recuperaran su herramienta de autogobierno tras cuarenta y cuatro años de abolición forzosa durante el franquismo. Desde entonces, este sistema de contribución se ha consolidado como una seña de identidad fundamental y una herramienta de gestión pública de primer orden que marca la singularidad del modelo autonómico vasco. Aunque su origen se remonta a 1878, la normativa actual garantiza una vigencia indefinida que asegura la soberanía financiera y el progreso futuro del territorio.
Para analizar este legado, el historiador de Sabino Arana Fundazioa, Luis de Guezala, ha recordado en ONDA VASCA que este instrumento ha sido renovado sucesivamente pese a los constantes cuestionamientos externos. Además, ha explicado cómo la recuperación de 1981 ha significado un cambio radical al integrar al Gobierno Vasco en la estructura foral. Finalmente, ha destacado que el Concierto ha representado la unión entre el pasado y el presente de Euskadi, reafirmando los derechos históricos ante quienes no aceptan su singularidad.