Vida y estilo

El columpio gigante en el cántabro valle del Pas desde el que puedes ver el mar

Junto a la localidad de Miera se alza una estructura que te permite flotar sobre las montañas y soñar a ser un ave que sobrevuela las montañas
Un columpio con vistas.
Un columpio con vistas. / Wikiloc

Actualizado hace 6 minutos

En casi cualquier rincón de Cantabria se pueden encontrar sendas y recorridos que nos llevan a espectaculares paisajes en los que las montañas, los prados y el mar ofrecen su mejor imagen. Cada uno de ellos es una sorpresa y en Miera se puede encontrar una de las más asombrosas: un gigantesco columpio gigante que permite balancearse sobre los campos de los valles pasiegos.

Para los senderistas de cierta edad supondrá ponerse en la piel de la Heidi de la serie de los años 70 y 80, cuando todavía no sabíamos que los dibujos animados japoneses se llamaban anime, y la protagonista se balanceaba sobre los Alpes en un columpio infinito. Para los más jóvenes resultará una animada forma de ver a lo lejos el mar.

Los Pozos de Noja

Entre montañas y praderas, una ruta de senderismo que parte de Miera, que para los más animosos puede acabar en Liérganes, tiene un alto en un paisaje espectacular, dos lagunas artificiales centenarias y una atracción reciente que ha convertido este mirador del valle en uno de los más singulares del norte de España: un gigantesco columpio gigante para elevarse sobre las montañas y ver el lejano mar Cantábrico. Para quienes sufran de algo parecido al vértigo también hay un sólido banco desde el que contemplar el entorno de forma más pausada y relajada. No todos queremos ser como la Heidi japonesa sobre los Alpes.

Los Pozos de Noja son dos lagunas artificiales que se construyeron a principios del pasado siglo XX para hacer funcionar una central hidroeléctrica que daba servicio a la vecina Liérganes. Cien años después, esta estructura industrial se integra perfectamente en el paisaje de esta comarca y la antigua canalización todavía es visible entre los prados.

La estructura del columpio, junto a uno de los antiguos pozos de la central hidroeléctrica.

La estructura del columpio, junto a uno de los antiguos pozos de la central hidroeléctrica. Wikiloc

Desde Miera

Esta ruta, de una duración de alrededor de dos horas largas, comienza en el centro de Miera y se dirige hacia la cueva de Sopeña, también conocida como Salitre II, una reproducción de la del Salitre original, en la que se han encontrado pinturas rupestres y restos paleolíticos de hace 30.000 años. Esta primera etapa tiene 4 kilómetros de un sendero de dificultad moderada, aunque esta parte es fácilmente salvable, ya que se puede acceder en coche y dejarlo en el párking del centro arqueológico.

El resto del camino es un paseo de alrededor de tres kilómetros y dificultad también moderada. Discurre entre cabañas tradicionales, pastos delimitados por muros de piedra y un entorno donde la presencia humana se va desvaneciendo entre el verde de los prados y las laderas donde deambulan vacas y ovejas.

La meta es una campa amplia y tranquila donde se puede descansar con tranquilidad y disfrutar de las atractivas vistas y el columpio gigante. El silencio es el dueño del lugar, aunque de vez en cuando los gritos excitados de quienes se montan en el balancín se expanden por el aire.

Hasta Liérganes

La vuelta a Miera se hace por el mismo camino, aunque los senderistas más recalcitrantes pueden decidir, al llegar al barrio de Noja, desviarse hacia la derecha para llegar tres horas más tarde a Liérganes, recorriendo parte del valle del río Miera. El resto puede volver a Miera andando o tras recoger el coche aparcado en la cueva de Sopeña.

Antes de salir hacia Liérganes para encontrarse con el resto del grupo, se puede hacer un alto para visitar la iglesia de Santa María de la Asunción, un llamativo templo que comenzó en el siglo XV con un estilo gótico y acabado con una fachada barroca.

Fachada del palacio de Elsedo o de los Condes de Torres Hermosa.

Fachada del palacio de Elsedo o de los Condes de Torres Hermosa. Avanti

De camino a Liérganes se pasa por el barrio de Rebollar, uno de los accesos a la Senda Fluvial de Mirones, con comienzo y final en dos puentes, el llamado Romano y el puente de la Vega. Después se llega a Mortesante, en la que los amantes de la historia y la arqueología pueden disfrutar de algunos yacimientos prehistóricos. Rubalcaba es la parada anterior al destino y en la que destacan la iglesia de Santa María de la Blanca y la Cruz de Rubalcaba.

Ya en Liérganes, mientras se espera la llegada de los senderistas que vienen desde el columpio gigante de los Pozos de Noja, se puede recorrer la localidad disfrutando de los magníficos edificios que la adornan, especialmente en el casco antiguo, donde se encuentran los palacios de Elsedo y la Cuesta Mercadillo, así como la iglesia de San Pedro Ad Vinculum.

2025-12-19T19:52:06+01:00
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