El ahorro en fondos roza el 45% del PIB en la CAV, siete puntos más que antes del covid

El ahorro en fondos de inversión en Euskadi alcanzó en 2022 el 44,5% del Producto Interior Bruto de la CAV, hasta situarse en 35.090 millones de euros. Se trata de un porcentaje respecto al PIB ligeramente inferior al de 2021, si bien el dato necesita contexto. Por una parte la economía vasca creció un 4,4% el año pasado, mientras que la Bolsa vivió un año convulso, con caídas del 5,5% en el Ibex, que es uno de los alimentos básicos de la dieta de inversión de los vascos. También hubo cierta corrección en la renta fija por el menor atractivo de la deuda pública.

Es decir, con un PIB más elevado el volumen de inversión mantuvo el nivel y compensó el frenazo de la rentabilidad gracias a la confianza de los partícipes de fondos de inversión, que mantuvieron el notable ritmo de adquisición de estos vehículos, situándose las suscripciones netas por encima de los 17.000 millones de euros en el conjunto del Estado.

Así que el balance, impulsado en cierta medida por el repunte de los tipos de interés, puede considerarse positivo. De hecho, en comparación con los datos previos al covid, los fondos crecieron el año pasado en la CAV casi siete puntos porcentuales en relación al PIB.

Son datos hechos públicos ayer por Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva del Estado, que sitúa a la CAV en los primeros puestos del ahorro con un porcentaje muy superior al peso de su población en el conjunto de comunidades autónomas.

Inverco no valora los motivos del crecimiento constante de las inversiones de los hogares vascos, pero hay dos variables claves en la dinámica. Por un lado, la evolución de la economía ha permitido que las familias aumenten de forma notable sus niveles de ahorro, a pesar del bache de ingresos registrado durante lo más duro de la pandemia. El covid también ha marcado un punto de inflexión en relación a la necesidad de contar con un colchón financiero para superar imprevistos. Y de forma paralela y al ritmo de las reformas impulsadas desde el Estado crece la sensación de que la pensión pública no garantiza la capacidad de gasto y el nivel de vida tras la jubilación.

La tercera comunidad en fondos

La receta que se cocina con esos ingredientes deja en el plato la base para alimentar gradualmente los fondos de inversión y de pensiones, que con mayor o menor riesgo, son cada vez más del gusto de los vascos.

Con una población de cerca de 2.190.000 habitantes, el número de cuentas de partícipes en fondos de inversión roza en la CAV los dos millones (1.988.627). Bizkaia, con 17.517 millones y Gipuzkoa, con 12.322 millones, ocupan el tercer y cuarto puesto del Estado, respectivamente, con mayor patrimonio en fondos, solo por detrás de Madrid y Barcelona. Álava completa las cifras de la CAV con 5.251 millones. Gracias a esa intensa actividad, superior al tamaño de su población, Euskadi continúa detrás de Madrid y Catalunya formando parte del podio de comunidades autónomas con mayor volumen de activos, acumulando las tres el 53,7% del ahorro invertido en fondos de inversión, aunque representan sólo el 35% de la población del conjunto del Estado.

El volumen de activos de los fondos de inversión domésticos ya supone cerca de una cuarta parte del PIB estatal (23,1%), una cifra que se eleva por encima del 40% en La Rioja, País Vasco y Aragón.

En la última década, el patrimonio invertido en fondos, en relación al PIB global, ha crecido casi 12 puntos en el Estado español (11,4% en 2012), según este informe elaborado por el Observatorio Inverco, a partir de la información proporcionada por las gestoras de fondos de inversión nacionales al cierre de 2022. Y la dinámica se ha acelerado tras el covid.

En conjunto, el patrimonio invertido en fondos en el Estado se situó al finalizar el pasado año en 306.198 millones de euros, lo que supone un descenso del 3,6% con respecto a 2021 (11.349 millones menos).

De cara a los próximos meses, la práctica totalidad de las gestoras del Estado (97%) espera que los fondos de inversión arrojen una rentabilidad positiva en 2023, y más de la mitad (56%) eleva esas perspectivas por encima del 3%. Además, otro 97% pronostica un crecimiento del patrimonio en fondos en 2023. Concretamente, un 36% lo sitúa por encima del 6% y casi la mitad (45%) espera que ese incremento se sitúe entre el 3% y el 6%.