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De las agresiones grupales al acoso sexual en redes, la violencia machista entre los adolescentes

La difusión de imágenes íntimas a través de las redes sociales, su creación a través de la Inteligencia Artificial, así como las agresiones sexuales en grupo ponen en evidencia la lacra a la que deben hacer frente miles de adolescentes y sus familias
La mayoría de los jóvenes ha recibido algún tipo de contenido sexual en sus smartphones.

Violaciones grupales, acoso en redes y barra libre a contenidos inapropiados a través de las nuevas tecnologías. En términos de violencia machista, en los últimos años se ha detectado una alarmante tendencia al alza entre los menores y adolescentes. Según las cifras del Ministerio de Interior, las violaciones repuntaron un 34% en 2022 y en la última década las agresiones sexuales en grupo han pasado de representar el 2,1% al 10,5%.

Este último dato lo pone sobre la mesa la directora de las Líneas de Ayuda de la Fundación ANAR. Encargada de atender las llamadas de miles de mujeres adolescentes que han sufrido algún tipo de violencia sexual, Diana Díaz relata que “las víctimas son chicas adolescentes y los agresores jóvenes de 17 años”. Un fenómeno que ha repuntado en los últimos diez años.

Violencia, porno y alarmantes referentes

El consumo de pornografía, así como contenidos violentos o sexuales inapropiados, ha provocado, afirma, que los menores validen como modelos de referencia lo que en realidad son conductas misóginas muy peligrosas. Algo con lo que coincide el exdelegado de Gobierno para la violencia de género.

Miguel Lorente sostiene que, además, las redes sociales se impregnan de una alta cosificación y sexualización de las mujeres. “Ellas ven cómo reciben más ‘likes’ si suben fotos sexys, salen en bikini o posan en determinadas actitudes. Por otro lado, sus compañeros creen que son ellas las que se están autocosificando y que, por tanto, el problema no va con ellos”.

Más aún cuando, tal y como precisa Díaz, “todos asumen con normalidad el modelo de dominio- sumisión a través de sus canciones, influencers o series. No les genera el más mínimo rechazo, al revés”, sentencia.

Modelo dominio - sumisión

Así son, insisten ambos, los roles de feminidad y masculinidad. Unos modelos que, dada su edad, se sienten presionados a cumplir. “A ellos se les exige ser líderes, tomar las riendas y el control, mientras que a ellas se les llama a cumplir con modelos claramente sexualizados”, detalla la experta en asistencia psicológica a menores. Lorente vuelve a poner el foco en la pornografía porque "lo absorben como gran lección sobre cómo tratar a las mujeres en el terreno sexual”.

Las nuevas tecnologías y las múltiples pantallas propagan mensajes e imágenes en los que hay pésimos referentes. “Como todos los jóvenes, sienten que deben ser como ellos”, reflexiona Díaz. “Si un jugador se graba manteniendo relaciones sexuales con su pareja, con una joven o con varias. Supongamos que después se viralizan las imágenes. Lo normalizan y también lo hacen ellos”, explica Lorente.

No hace falta rebuscar demasiado. A nadie se les escapa, por ejemplo, el juicio contra dos jugadores del Arandina, condenados a 9 años por agresión sexual a una menor.

Impacto emocional

Desde la Fundación ANAR ven que los menores rompen con estos modelos cuando sufren su impacto emocional. “Nos llaman cuando sienten tristeza, melancolía, falta de autoestima… cuando ya es tarde”, sostiene. Cada vez atienden más llamadas relacionadas con la difusión de imágenes íntimas de ellas, término acuñado como ‘sexting’.

También hay de ‘grooming’ en los que, matiza Díaz, los agresores piden "contenido comprometido de ellas para extorsionarlas o incluso para forzar un encuentro sexual”. Por motivos como este, Lorente habla de un problema estructural en el que debe implicarse el conjunto de la sociedad.

Diana Díaz añade, sin embargo, que en estas edades los jóvenes se encuentran en vías de desarrollo a nivel cognitivo y emocional. Se produce la denominada ‘poda neuronal’. "Las neuronas cerebrales se renuevan, están más receptivos, necesitan sensaciones nuevas... pero carecen de juicio crítico o perspectiva de riesgo".

Por su parte Miguel Lorente, una de las voces más respetadas en materia de violencia de género en el Estado y a nivel internacional, considera que hay una parte que depende de ellos “más allá del orden establecido”. “Pueden haber crecido en una cultura machista pero lo hacen conscientemente. Tienen el poder y la capacidad de decidir si lo integran o no”, asegura con vehemencia.

Esta tesis la recoge en su último libro ‘La refundación del machismo”, en el que defiende los casos atendidos en ANAR son sintomáticos. “Quiere decir que algo está pasando con los más jóvenes, que en algo estamos fallando”.

Mentalidad crítica

Ambos abogan por acompañar a los jóvenes en la construcción de una mentalidad crítica con lo que consumen. Deben, precisan, establecerse normas en el consumo de las nuevas tecnologías, que haya un control parental, fijar unos límites. También destacan la importancia de hablar sobre los contenidos a los que van teniendo acceso.

De lo contrario, subraya Diana Díaz, corren el riesgo de acabar generando una indiferencia y frialdad hacia qué siente la mujer. Como experta en atención psicológica destaca el hecho de que, en ocasiones, el agresor grabe sus actos al considerarlos un éxito. "A través del porno les llegan, por ejemplo, prácticas sexuales en grupo. Lo ven como un éxito y por eso lo difunden”. Conocido por su perfil como médico forense, Lorente profundiza en que al tratarse de conductas grupales se crea la falsa sensación de que cada uno de los implicados tiene menor responsabilidad sobre sus actos.

Feminismo y violencia machista

Interpelados sobre cómo estas formas de abuso y agresiones sexuales entre los jóvenes se conjugan con la creciente corriente feminista, el experto en violencia machista esgrime que, precisamente, el machismo actual "bebe del momento en que las mujeres están reclamando su espacio y empoderando".

Cientos de personas durante una manifestación convocada por el Movimiento Feminista de Euskal Herria. Eduardo Sanz Nieto

Los hombres lo ven como una invasión, argumenta. "Este cambio social en sí mismo genera rechazo y ellas les piden que actúen de una manera con la que no se identifican”. Lorenzo pide que, al encontrarnos en plena transformación social, la igualdad incluya mensajes dirigidos expresamente a ellos para que puedan ir incorporando nuevos modelos de masculinidad. Para Díaz, en lo que respecta a los jóvenes, debemos "molestarnos" en hablar y saber qué escuchan, ven o consumen. "Los jóvenes básicamente interiorizan y reproducen lo que que ven a través de las múltiples pantallas”, termina concluyendo .

26/11/2023