El Athletic acudió el pasado miércoles a Muriedas para medirse al Racing de Santander con una complicada situación en materia defensiva. Aitor Paredes, que sufrió un problema muscular durante el partido celebrado el pasado fin de semana en Eindhoven ante el PSV, se quedó guardando reposo en las instalaciones de Lezama tras ejercitarse al margen y a muy baja intensidad el pasado martes. La solución empleada por Valverde para suplir la baja del de Arrigorriaga fue alinear de inicio en el trofeo Nando Yosu a Iñigo Lekue y a Unai Egiluz.
Lesiones
La fortuna tampoco le sonrió al técnico con su defensa de circunstancias. Antes de llegar a la media hora de juego, Egiluz, en una disputa, vio como su rodilla se retorcía al no soportar el giro de su cuerpo. Con claros gestos de dolor, el recién renovado llamó al cuerpo médico del club encabezado por Josean Lekue, que dio el visto bueno a su regreso al terreno de juego tras realizarse sobre el verde las más conocidas pruebas de lesiones de rodilla, como por ejemplo la del "cajón".
A pesar de que en un primer momento el futbolista volvió al campo, rápidamente pidió el cambio y tuvo que ser sustituido por Jon De Luis. En el descanso, Egiluz abandonó el banquillo con una cojera y dificultades para apoyar su pierna con normalidad. Al término del encuentro, los médicos del club le realizaron un importante vendaje en su rodilla. En el último parte médico del club se habla de una "entorsis" en su rodilla aunque no se especifican más detalles.
En el caso de Aitor Paredes, el central de Arrigorriaga sufre "una sobrecarga en el recto femoral de su pierna izquierda que le impide entrenarse junto al resto de sus compañeros". Las bajas de Unai Egiluz y Aitor Paredes dejan a Daniel Vivian como único central disponible en estos momentos para Ernesto Valverde, que ha tenido que reclutar a Jon De Luis para la dinámica del primer equipo al verse sin número suficiente de centrales en la primera plantilla para preparar la temporada.