Deportes

Cuando nadie te quiere

Odriozola se reivindicó a si mismo con un buen partido ante el Barça
Foto: Real Sociedad

Es difícil salir del pozo cuando estás metido hasta las trancas y nadie te echa la cuerda. Hace un par de meses, Álvaro Odriozola veía como el equipo de su vida le enseñaba la puerta, de buena manera, para salir traspasado. No era para menos que la Real quisiera la venta del lateral. Tras su regreso del Real Madrid a Anoeta su participación la Real había sido anecdótica, y no de las buenas. En su primera temporada apenas llegó a los 15 partidos disputados, donde además en dos llegó a lesionarse antes del minuto 5. En la segunda, el dato fue todavía más lamentable, superando por poco los 400 minutos disputados en toda la temporada. No llegó a 5 partidos. Y fue el año con más choques de la historia del club (57). 

"Mi cuerpo no me respondía", afirmaba ayer en sus emotivas declaraciones a Movistar Plus al acabar el choque ante el Barça. Las lesiones han sido las causantes de estos dos años de Álvaro. Y su contexto no ha ayudado nada. Su salida al Madrid, su sueldo, o su largo contrato, han propiciado que cuando las cosas han venido mal dadas la mayoría no solo ha duda de él, directamente le sentenciaron. Hasta tal punto que alguno cruzó las líneas rojas del fútbol pasando de la crítica al insulto, y al más allá. La imágen del futbolista murió en detrimento del meme. Odriozola pasó de ser el canterano que volvió para ayudar al "pesetero que estaba chupando del bote hasta 2029". Palabras de cualquier aficionado de Anoeta. Así de duro, así de real.

Infierno

Y cuando estás, perdónenme la expresión, en la más y absoluta mierda, y nadie da un duro por que salgas de ella, debe ser un "infierno", como él mismo calificó ayer. Yo me pongo en su piel y sinceramente me hubiese hundido. Hay que tenerlos bien puestos, con todos los respetos, para hacer lo que ha hecho Álvaro. Nos ha contradicho a todos. Seguramente hasta a sí mismo. Porque hasta hace dos meses era la penitencia a una terrible gestión de la Dirección Deportiva realista que tenía que conformarse con mantener a un jugador que todos habían defenestrado. Todos menos él mismo. Ahora abre la puerta a un debate en el lateral. Algo que sin duda es una victoria particular infinita para el donostiarra.

Quizás para salir de la mierda hay que ser muy cabezón. Y llevar la contraria a todos. Creo que no hay nadie por estos lares que hubiera apostado a que lo que ocurrió ayer iba a pasar. No se si queda nadie si quiera que no haya sepultado al jugador. Pero sin duda ayer quedamos retratados con la persona. Retratados ante un tío que peleó por lo que él creía. Luchó contra sus haters, pero sobre todo ante sus demonios internos. La brega ha sido larga. Pero él ha ganado, porque ha llegado hasta aquí. Y nos deja una bonita moraleja que no debemos olvidar jamás: nunca dejes de quererte, incluso cuando todos dejaron de hacerlo. Gracias, Álvaro. Eutsi.

29/09/2025