Esta vez la moneda le salió cruz a la Real Sociedad contra el Villarreal. Su derrota por 2-3 en la última jugada, en un muy disputado partido, no le dio al menos el premio del empate, algo que hubiera sido más justo tras lo visto sobre el terreno de juego.
Pero el fútbol no entiende de justicia, y tampoco hay que achacar a la suerte este tipo de acciones, a veces esos goles muy al final son en contra como el de ayer de Moleiro, otras a favor como los logrados por el conjunto txuri urdin en Vigo o en Elche, que le permitieron salvar sendos puntos en cada campo, o el de Gorrotxategi en el tiempo añadido contra el Athletic en el derbi, que le sirvió a la Real para ganar el choque.
Lo mejor del equipo de Sergio Francisco ayer ante el Villarreal fue que compitió, que fue capaz de levantarse tras el peligroso 0-2 del minuto 57 e igualar el duelo. Incluso fue a por la victoria y en ese ímpetu llegaron dos jugadas con etiqueta de gol del adversario, la primera la salvó Turrientes junto al poste, en la siguiente Moleiro ajustó muy bien su disparo para batir a Remiro.
Sin tiempo para digerir el resultado, la Real Sociedad piensa ya en el partido de Copa en el campo del Reus. Será este miércoles a las nueve de la noche, y se espera una alineación de futbolistas poco o nada habituales en la Liga para encarar lo que debe ser un trámite, antes de visitar el próximo sábado al Alavés.