La violencia machista es innegablemente uno de los retos de presente y futuro de nuestra sociedad actual. Los datos publicados por el Gobierno Vasco así lo demuestran, asegurando que el 57% de las mujeres residentes en Euskadi, de entre 16 y 85 años, ha sufrido algún tipo de acoso sexual alguna vez en la vida. Sin embargo, hay una pequeña nota positiva en ese análisis, ya que la ciudadanía es cada vez más consciente de estas maneras de actuar y ya no se pasan por alto estas actitudes. Cristina Fallarás, periodista y activista feminista, asegura que el dato emitido por ejecutivo vasco no le sorprende "en absoluto", porque poco a poco la sociedad es cada vez más consciente de los actos y actitudes machistas. "Cada vez vamos acercándonos más al dato real de que todas hemos sufrido algún tipo de violencia o acoso dentro o fuera de la pareja", añade.
Fallarás, en declaraciones en Onda Vasca, opina que la ciudadanía está modificando sus pensamientos acerca de lo que se considera violencia y lo que no. "Cuando una mujer anda sola por la calle y tiene miedo, eso es un tipo de violencia. Cuando una madre o un padre ven a su hija de 16 años salir por primera vez por la noche y tienen miedo, eso es un tipo de violencia. Estamos modificando qué consideramos violencia. Antes violencia era una violación. Ahora ya sabemos que la violencia son otras muchas cosas más", añade Fallarás.
Aun así, todavía hay quien niega la violencia machista o habla de testimonios y denuncias falsas realizadas por mujeres, para tratar de restar validez e importancia a la causa. Ante esto, Cristina Fallarás, considera que situaciones como estas se combaten "con relatos". Es por ello, que en 2018 lanzó el hastag #Cuéntalo, que con el tiempo se convirtió en un proyecto más grande. Desde entonces, el archivo de #Cuéntalo ha analizado más de medio millón de testimonios de mujeres de infinidad de países.
Identificación sí, denuncias no
Pese a los avances a la hora de reconocer estas situaciones, todavía queda mucho trabajo por hacer, sobre todo a la hora de que estos hechos acaben en vía judicial. Las cifras muestran que sólo 1 de cada 10 mujeres denuncian estas actitudes. Cristina Fallarás ante estos datos, evita poner el foco en las mujeres y considera que hay que mirar al sistema y a por qué se decide no denunciar. "Porque ponemos el foco siempre en las mujeres. No, pongamos el foco en el otro lado. Es decir, no miremos a las mujeres que no denuncian, sino miremos al sistema que que las lleva a no denunciar. Como activista he acompañado a muchas mujeres en sus denuncias después de una violación, después de una agresión grave. El sistema es brutalmente revictimizante. La víctima se enfrenta una y otra vez a un sistema que no la cree, que la pone en duda", asegura Fallarás.
Considera además, que "claro que puede pasar un año" hasta que se produzca la denuncia. Precisamente, informa de que ella misma fue violada y en ese instante no se encontraba en condiciones de iniciar procesos legales. "A mí me han violado y el cuerpo no te responde. ¿Qué se le dice? Ve a un centro de salud a que preserven las muestras, los tejidos... Que preserven las muestras hasta que tú estés en disposición de ir ante un juzgado y contar esto que te ha pasado. ¿Que puede pasar 1 año? Puede pasar 1 año", añade.
Reacción de la ultraderecha
El movimiento feminista encabezado por Fallarás no es del agrado ni de las redes sociales (Instagram ha eliminado su cuenta hasta en tres ocasiones), ni del movimiento ultraderechista. VOX ha arremetido en numerosas ocasiones contra ella, llegando incluso a lanzar una campaña de afiliados utilizando su cara. "Llevo 9 años acosada y agredida habitualmente, sin descanso en redes y también en la calle. Me han valido empujones, me han valido una hospitalización, me han valido tirones de pelo, escupitajos, mudanzas porque venían a acosar a casa. Hay un castigo contra las mujeres que tratamos de cambiar esto", asegura. Además, detalla Fallarás que se ha visto obligada a contar con un escolta para protegerse de todas estas situaciones de violencia.
Una ola reaccionaria que coge cada vez más fuerza sobre todo, entre los jóvenes varones. "Se está abriendo una brecha. Cada vez se declaran más de ultraderecha y cada vez se declaran más machistas", opina Cristina Fallarás. Además, achaca esta vertiente a la falta de referentes culturales feministas o a unos padres que no han salido a las calles a manifestarse por esta causa.