La cooperación internacional es una herramienta vital para el desarrollo global, buscando mejorar las condiciones de vida y proteger los derechos de todas las personas. Su éxito radica en la capacidad de integrar un enfoque de derechos humanos en todas sus fases, desde la planificación hasta la evaluación, asegurando que las personas sean el centro de su propio progreso. Este modelo promueve una sociedad solidaria y organizada, sin dejar a nadie atrás.
Irene Molero, coordinadora general de la Coordinadora de ONGD de Euskadi, ha destacado en ONDA VASCA que todas las acciones de cooperación deben promover y respetar los derechos humanos, y que la conferencia de este jueves, 5 de junio, en Sabino Arana Fundazioa abordará cómo se materializa este compromiso. Molero ha subrayado también la necesidad de que los proyectos de cooperación no solo cumplan objetivos de desarrollo, sino que también mejoren las condiciones de vida y protejan los derechos de las comunidades.