Cómo evitar que el dinero sea causa de divorcio en tu relación

Las finanzas en pareja son una de las principales causas de discordia en las relaciones. La falta de comunicación y la incompatibilidad en la forma de manejar el dinero pueden socavar la estabilidad y la armonía en una relación. De hecho, en España, el informe “¿Por qué se divorcian las parejas españolas?”, presentado por la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA) en 2022, señalaba la causa económica como cuarto motivo de divorcio, por detrás del desgaste en la pareja, el desenamoramiento o las infidelidades.

Para muchas parejas, las diferencias en la forma de manejar el dinero pueden dar lugar a discusiones, desacuerdos y resentimientos. En este sentido, no solo hay que tener en cuenta la posibilidad de atravesar un mal momento financiero, también pueden existir discusiones que giren en torno a discrepancias de fondo sobre cómo se gestiona el dinero, distintos hábitos monetarios o incluso diferencias en el aporte económico que hace cada una de las partes. Por este motivo, es fundamental aprender a organizar las finanzas de manera colaborativa y transparente para evitar conflictos y construir una base financiera sólida para el futuro compartido.

Mucha comunicación

La piedra angular de una relación financiera exitosa es la comunicación. Ambos miembros de la pareja deben sentirse cómodos compartiendo sus pensamientos, sentimientos y preocupaciones sobre el dinero. Algunas ideas que pueden ser útiles para una comunicación efectiva pueden ser establecer momentos para hablar sobre las finanzas sin distracciones ni presiones, escuchar activamente, evitar interrumpir o juzgar y, sobre todo, ser honestos sobre los hábitos de gasto y las metas financieras individuales.

Presupuesto conjunto

Elaborar un presupuesto en pareja es esencial para mantener un control efectivo sobre gastos e ingresos. De esta manera se puede determinar qué gastos son esenciales, cuáles opcionales y cuánto se destinará al ahorro. Algunas pautas para hacer un presupuesto conjunto incluyen registrar todos los ingresos y gastos mensuales, asignar una cantidad razonable de dinero para gastos personales y mantener el compromiso de respetar esos límites, así como revisar y ajustar el presupuesto periódicamente a medida que cambien las circunstancias.

Metas financieras comunes

Tener metas financieras compartidas puede unir a la pareja y proporcionarles un propósito. Ya sea ahorrar para un viaje, comprar una casa o planificar la jubilación, trabajar juntos hacia un objetivo común refuerza el sentido de unidad. Para establecer metas comunes es aconsejable identificar objetivos a corto y largo plazo que sean importantes para ambos, dividir las metas en hitos y mantener una mentalidad positiva y enfocarse en el progreso.

Asignar responsabilidades 

Dividir las responsabilidades financieras puede ayudar a evitar conflictos y asegurar que ambos se sientan involucrados en el proceso. Algunas tareas que pueden ser asignadas de manera equitativa son el pago de facturas y administración de cuentas bancarias, inversiones, planificación para el futuro y seguimiento del progreso hacia las metas financieras.

Mantener la transparencia

La confianza es fundamental en cualquier relación, y esto se aplica especialmente a las finanzas en pareja. Ser transparente sobre el estado de las cuentas bancarias, deudas y gastos personales ayudará a construir un ambiente de confianza mutua y evitará sorpresas desagradables.