Cada minuto de retraso en la respuesta a una parada cardíaca hace disminuir un 10% las posibilidades de sobrevivir. Y el umbral se suele situar en los cuatro minutos. Esta ha sido una de las lecciones de vida que ha podido aprender la Corporación de Bilbao durante una clase teórica y práctica sobre cómo debe hacerse la técnica. Dicho de otro modo más positivo: las posibilidades de supervivencia de una persona que entra en parada aumenta un 70% si se actúa antes de que llegue el personal de Emergencias.
Esa es una de las razones por las que todo el personal municipal recibirá este curso formación especializada en la famosa RCP (Reanimación Cardio Pulmonar). El año pasado ya fueron impartidos cursos de esta naturaleza a diferentes colectivos y a profesionales que desarrollan su actividad en el ámbito municipal, así como a población en general de los ocho distritos de la ciudad y profesionales del Tercer Sector.
El alcalde, Juan Mari Aburto, ha querido destacar la labor realizada con el personal de los Bomberos de Bilbao que en muchas ocasiones son los primeros en socorrer a las víctimas. Un tiempo esencial para que los órganos del paciente, sobre todo el cerebro, no se encuentren tan dañados cuando llegue la ambulancia. El primer edil ha remarcado la relevancia de adoptar y mantener unos estilos de vida saludable porque contribuyen a prevenir las temidas enfermedades cardiovasculares.
El pasado año también se realizaron sesiones formativas en 25 centros de Secundaria, con talleres de reanimación cardiopulmonar básica y desfibrilación semiautomática en los que tomaron parte más de 1.000 estudiantes distribuidos en 54 grupos.
“ Hacer algo es mejor que no hacer nada. Lo único mal hecho es no hacer nada ”
Yolanda Díez - Concejala de Salud y Consumo
Este 2023 se mantendrá la dinámica de formación en los distritos, profesionales y estudiantes, incorporando además dentro de la oferta formación genérica cursos de RCP a todo el personal municipal, han indicado fuentes municipales.
Durante la charla ofrecida a los corporativos las profesionales sanitarias han puesto el énfasis en recordar la importancia que tiene que todas las personas dispongan de conocimientos básicos de reanimación, porque es determinante tomar conciencia del enorme impacto negativo de no hacer nada frente a una parada cardiaca. “Hacer algo es mejor que no hacer nada. Lo único mal hecho es no hacer nada”, ha resumido Yolanda Díez, concejala de Consumo y Salud.