Con el descenso todavía por asimilar, el Real Unión ya se está mentalizando de las primeras decisiones que tiene que tomar de cara a la siguiente temporada, con el claro objetivo de volver a Primera RFEF. Desde la temporada 21/22, año en el que los Emery empezaron a mandar en el equipo irundarra, el Unión se ha caracterizado por cambiar mucho de entrenadores.
La primera temporada al mando de Igor Emery, Aitor Zulaika fue el encargado de dirigir al equipo en el estreno de la Primera RFEF, hasta la temporada anterior se llamaba Segunda B. Aitor consiguió una salvación tranquila con 60 puntos y con el sueño del play-off vivo hasta la última jornada. De esta manera, la primera campaña de los Emery terminaba con nota alta, pero a partir de entonces empezaba la deriva.
La siguiente temporada, la 22/23, Zulaika repetía como entrenador, pero los malos resultados iniciales hicieron que le destituyeran en diciembre. La destitución comenzó con el baile de entrenadores de las siguiente temporadas. David Movilla se hizo cargo del equipo para lograr darle la vuelta a la situación, aunque duró hasta marzo en el cargo. Para finalizar la temporada, Iñaki Goikoetxea cogería las riendas del equipo y lograría una salvación sufrida con 2 puntos de margen.
La 23/24 empezó con aire fresco y con un nuevo entrenador, Fran Justo, que venía de hacer un buen papel con el Arenteiro en Segunda RFEF. El entrenador gallego duraría hasta el mes de diciembre en el cargo, en su lugar firmaron a Iñigo Idiakez, segundo entrenador del Aston Villa, que lo dirige Unai Emery. Pero tras 13 partidos no consiguió darle la vuelta a la situación y hubo otra vuelta de tuerca. A falta de mes y medio del final de temporada, el Unión volvía a llamar a Fran Justo para conseguir la salvación. Tras 7 partidos, Fran conseguía mantener al equipo con 1 punto de ventaja respecto a la zona roja.
Esta temporada se volvía a apostar por un nuevo míster, Mikel Llorente era el encargado de dirigir al equipo guipuzcoano, con previo paso en la cantera de la Real Sociedad dirigiendo al tercer equipo en Segunda RFEF. El entrenador de Hondarribia inició la campaña bien, pero tras acumular unos malos resultados, y pese a tener al equipo fuera del descenso, en diciembre se le destituye del cargo. El elegido para hacerse cargo del equipo fue Albert Carbó, entrenador español que vino de la estructura del Aston Villa. Albert, pese a coger al equipo fuera de las zona de descenso, no levantó el vuelo y terminó con un descenso que se iba viendo cerca en los últimos años.