Hoy se abre al público la exposición más compleja de la historia del Museo Guggenheim

Desde hoy viernes y hasta el 18 de septiembre, el público que se acerque al Guggenheim, podrá quedarse con la boca abierta al ver la exposición: "Movilidad. Automóviles, Arte y Arquitectura". Es un proyecto personal del arquitecto británico Norman Foster, que muestra la historia del pasado, presente y futuro de la industria automovilística y su relación, con el arte y el diseño industrial... 

Son en total 38 vehículos de época que conviven en esta muestra cronológica con cuadros, esculturas, bocetos y diseños arquitectónicos. Son coches muy espectaculares visualmente y que proceden de préstamos institucionales y privados provenientes de colecciones y museos de Inglaterra y Holanda. Entre ellos, Bugatti de 1924 que se construyó para el Gran Premio de Automovilismo de Francia, o un modelo de Porsche del año 1.900 que lleva motores eléctricos en los cubos de las ruedas. El director del Guggenheim Juan Ignacio Vidarte, explica que es un recorrido por la historia del automóvil "desde su invención a finales del siglo 19, celebrando su dimensión artística".

En su visita a Bilbao el arquitecto británico Norman Foster, comisario de la muestra, apasionado de los coches, confesaba que su primer coche fue un Morris de 1935, nada que ver con los vehículos del futuro que se muestran en una de las galerías, y que plantean preguntas como éstas que se hacía el propio Foster: "Los coches del futuro serán cajones que nos transportarán? ¿desaparecerán los seguros de los coches? ¿Serán los automóviles víctimas de los ciberataques?"

En una de las galerías, "Future", se incluye el trabajo de una joven generación de estudiantes de 16 escuelas de diseño y arquitectura de cuatro continentes, que fueron invitados por la Norman Foster Foundation a imaginar cómo sería la movilidad a finales de este siglo, coincidiendo con el momento en se cumpliría el bicentenario del nacimiento del automóvil.

La historia de los automóviles de los clásicos a los modelos más retrofuturistas podrá verse hasta septiembre en el museo Guggenheim Bilbao.