La tarde de ayer tuvo un nombre propio en Portugal, Andoni Zubizarreta, A sus 63 años dejaba el cargo de director deportivo del Porto tras un año en el cargo, después de entrar en el organigrama de los Dragões con André Villas-Boas como presidente. Una decisión que desde el club luso se indicó que era de manera conjunta y amistosa. Por lo que 'Zubi' pone fin a su cuarta etapa como mandamás de la parcela deportiva de un equipo tras las anteriores que vivió en el Athletic, Fútbol Club Barcelona y Olympique de Marsella.
De esta manera, este nuevo giro de guion en la vida del que actualmente comparte con Joaquín Sánchez el primer puesto de futbolista más partidos en la historia de Primera División no ha cogido por sorpresa en Portugal. A pesar de la buena relación entre Zubizarreta y Villas-Boas, arrastrada del periodo que ambos compartieron en Marsella, la situación se había enrarecido en los últimos tiempos tal y como han deslizado varios medios lusos.
Todo vino arrastrado por la mala participación portista en el Mundial de Clubes, en el cual el cuadro que viste de blanquiazul hizo las maletas a las primeras de cambio. Este hecho se arrastró con llegada al banquillo del Estádio do Dragão de Francesco Farioli tras destitución como técnico de Martin Anselmi, quien fue contratado por el dirigente vitoriano. En esta decisión, se desveló que Zubizarreta comenzaba a estar apartado de sus funciones como director deportivo del Porto.
Asimismo, todos los implicados en la ecuación han decidido poner punto y final a esta etapa de la mejor manera posible tras un comienzo complicado en el mandato de la presidencia para Villas-Boas, ya que actualmente Benfica y Sporting CP se están llevando la mayoría de los títulos. El exentrenador portugués llegó al cargo tras relegar al presidente más laureado en la historia de la institución del distrito medieval de la Ribeira, Jorge Nuno Pinto da Costa.
El que llevara la batuta del club en los despachos desde 1982 hasta 2024, conquistó un total de 68 títulos en fútbol profesional y a su vez, se convirtió en un referente por las ventas de jugadores que hizo. Llegó a recaudar más de 1.500 millones de euros en traspasos, lo que convirtió al Porto en un club modelo para el crecimiento y la revalorización de futbolistas. La magnitud de su figura llegó tan lejos que los homenajes y muestras de cariño de la afición portista cuando falleció el pasado mes de febrero fueron innumerables.