La pretemporada toca a las puertas de los equipos de fútbol. No solo a los de la élite, que tienen más temprano su estreno competitivo. Poco después les llegará al resto de categorías. Es el caso de la Segunda Federación, a la que ha regresado el Sestao River, tras no poder salvarse ante la Ponferradina en aquella última jornada en el añejo municipal de la Margen Izquierda. No acabará este mes de julio y ya echará a andar el nuevo proyecto, al que regresan dos viejos conocidos. Conocen la casa como la palma de sus manos.
Por un lado, Carlos Pouso toma las riendas de la dirección deportiva tras su extenso periplo riojano. Por el otro, su brazo derecho en el banquillo, que ya lo fue sobre el césped en aquella campaña 2005/2006, Aitor Calle retoma las labores de míster del River apenas un año después, el que ha estado a las órdenes del Numancia.
Para el técnico tomatero, a sus 49 años, va a representar esta vuelta al hogar una situación similar a la que le tocó vivir allá por 2021. Aceptó el reto en Segunda RFEF y lo subió a Primera, en la que lo supo mantener antes de hacer las maletas y emprender camino Soria, donde se quedó a las mismas puertas de tomar el ascensor hacia la Primera Federación. Tras la breve experiencia vivida en Los Pajaritos que sumar a las anteriores en Deusto, Portugalete y Haro, otra vez en Sestao.
El acto oficial de presentación de ambos se ha llevado a cabo este mediodía, y mientras Pouso ha calificado de bilbainada hablar de ascenso directo, es, lo que, de una u otra manera, y a la primera o a la segunda, como sucediera en 2023, persigue el entrenador. "Desde que estoy en este mundo y decidí meterme de entrenador, siempre me he caracterizado por ser ambicioso y competitivo. Hay que intentar recuperar la categoría y por eso estoy aquí, con ganas de dar guerra, competir y que la gente se sienta muy orgullosa. El proyecto es ambicioso porque queremos recuperar la categoría".
"Tenemos que volver a ser ese equipo ganador que fuimos"
Al míster deustuarra no le han faltado este verano novias, pero no le ha sido especialmente difícil deshojar la margarita. "Me cuesta mucho decir que no al River. Quizá no se pueda expresar con palabras. Yo lo demuestro con hechos. Es algo especial, lo siento de una manera muy diferente, y quiero ayudar, volver a disfrutar de Las Llanas y dar muchas alegrías a la afición riverzale. Tenemos que volver a ser ese equipo ganador que fuimos".
En todo caso, Calle tiene claro que "es difícil ascender y más cuando vienes de arriba. El equipo tienes que hacerlo nuevo y es un hándicap. Estamos en el proceso de construcción para tener unos buenos cimientos. El objetivo lo tenemos claro, ojalá pueda ser en un año porque en el fútbol es todo para ya. El grupo es tremendamente competitivo y la exigencia va a ser mayor. Conscientes de la dificultad pero ambiciosos para estar arriba".
Feroz competencia por hacerse con lo mejor del mercado
No estaría mal repetir aquel éxito del ascenso a Segunda B que ambos cosecharon cuando coincidieron hace ya veinte años defendiendo los intereses de la entidad verdinegra. "Fue una temporada muy bonita. Lo conseguimos en el play-off siendo fiestas contra la Peña Sport. Queremos lo mismo y estamos encaminados en la misma dirección para volver a hacer que este club tenga sus años más dorados. Es un proyecto muy bonito pero a la vez muy exigente", ha subrayado Aitor.
Tres semanas hay por delante para echar a andar, y el trabajo en los despachos echa humo a fin de amarrar fichajes de la mayor calidad con la mayor proximidad posible pese a la presencia en el grupo de otros como Amorebieta, Gernika, Real Unión… "Te van a quitar muchísimo mercado pero tenemos nuestra afición y Las Llanas. Es nuestro mayor tesoro, no muchos clubes lo pueden tener. Es una diferencia y un activo con respecto a los demás y tenemos que aprovecharlo. Tenemos más visibilidad y podemos picar en otros grupos y en Primera, luego entra el tema económico para elaborar una plantilla que no sea excesivamente larga. Con un término medio, ahí entran muchos factores que van a condicionar nuestra decisión, como jugadores del filial… entre 20 y 22. Más no vamos a estar y menos tampoco", ha comentado Calle.
El preparador bilbaíno también ha manifestado ante los micrófonos de 'La Movida Deportiva' en ONDA VASCA que además esta segunda es una división "carente de unificación en la superficie de los escenarios en el que juegas, hay mucho salto. Tienes que tener diferentes perfiles y que el equipo sea lo suficientemente adaptable a las necesidades. Tenemos que construir un buen bloque".
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