Dos meses justos después de conocerse, en público, la sanción de 10 meses impuesta por la UEFA a Yeray Álvarez, el jugador del Athletic ha comparecido para dar su versión de todo lo ocurrido para que diera positivo en aquel partido de la UEFA Europa League contra el Manchester United, jugado el 1 de mayo en San Mamés. Lo ha hecho arropado por todos sus compañeros en el hotel Carlton, donde también se han citado a primera hora de la tarde para acompañarle en el trance el cuerpo técnico con Ernesto Valverde a la cabeza y gran parte de la junta directiva que preside Jon Uriarte, así como el director general de la entidad bilbaína, Jon Berasategi.
Al hallarse suspendido hasta el 2 de abril del año próximo, el central no tiene permitido el acceso a ninguna de las instalaciones del club, por lo que el acto se ha escenificado en el hotel de la céntrica Plaza Moyúa. Única y exclusivamente ha sido Yeray quien ha tomado la palabra, en primer lugar ofreciendo su versión y posteriormente atendiendo a las preguntas de los representantes de los medios de comunicación.
El central ha comenzado relatando toda la historia, recordando su episodio del año 2016, cuando tuvo que superar un cáncer testicular. Desde entonces se halla con tratamiento diverso, incluyendo un crecepelo ya que tras la quimioterapia empezó perder pelo, y que él tenía recetado con el permiso de los servicios médicos. "Mi pareja Naia comenzó este tratamiento en diciembre pasado, prácticamente idéntico, una toma de pastilla y un spray para el pelo, que se realiza a las noches. Solemos hacer esa rutina juntos y cuando fui tomarme una de las pastillas, más el spray, me di cuenta que se habían acabado. Fui a por el bote de repuesto y no lo tenía, y fruto del estrés, decidí tomar la pastilla de mi pareja pensando que tenía exactamente lo mismo. Hay más gente de la familia que está con ese tratamiento, una pastilla llamada amoxidil, sin saber que contenía otra sustancia que estaba prohibida".
"Perdón porque lo estoy viviendo yo pero os implica y compromete"
Tal circunstancia casual fue la que desencadenó todos los hechos que le hacen purgar este castigo y por los que abiertamente ha pedido perdón "al Athletic, a la afición, a mis compañeros… han sido meses complicados, que te da vueltas todo. El que está viviendo esta situación soy yo pero también os implica y compromete".
"No voy a cobrar absolutamente nada"
Además, Yeray ha renunciado a cobrar sus emolumentos al no poder desarrollar su actividad laboral: "Desde el primer momento le trasladé al club mi intención, que todo este tiempo que esté sin jugar no voy a cobrar absolutamente nada. Cuando alguien no trabaja y ha sido un error que he asumido... así va a ser".
Yeray también ha ofrecido detalles sobre cómo se enteró del varapalo que le esperaba: "En el entrenamiento. Lo primero fue la cara del míster. Me dijo que tenía que ir a hablar con Josean -Lekue-. Sabía que algo pasaba. Josean me comunicó que había salido un resultado adverso y la primera sensación fue de incredulidad. Empezamos a buscar por dónde podía haber salido la sustancia. Me volví loco, empecé a buscar todo con el móvil, no sabía ni lo que era un diurético y encontré que tenía algo que ver con la alopecia o la caída del pelo".
"No he podido contarlo ni a mi abuela"
"Mentalmente tenía ganas del día de hoy. Todo ha sido bajo confidencialidad, meses de verano que no he podido contarlo ni a mi abuela. Ahora que ha salido la sanción, tranquilidad, y a nivel físico estoy entrenando con una pauta de entrenamiento marcado por el club, y de vez en cuando entreno con Iker -Muniain, en el Derio- con entrenamientos de fuerza y alta intensidad".
Además de lamentar profundamente no poder jugar la Champions, para la que tanto se había esforzado, hay otras frases que ya han quedado grabadas para la historia en esta ruptura del silencio de Yeray Álvarez:
"Lo peor ha sido el no poder estar con ellos. Llevo diez temporadas en el equipo y en cuestión de meses les he visto dos veces".
"Sabíamos el baremo y los parámetros, y dentro de lo que son las sanciones me pareció justa".
"Tengo que agradecer el apoyo de todo el mundo. He dado una vuelta por Bilbao y la gente que apoya y te da ánimos es incondicional. Y Willi -Iñaki Williams- me escribió un tuit que en abril era la final de Copa y que la voy a levantar yo. Es uno de los mensajes que más se ha quedado".
"Ni siquiera sabías a lo que te enfrentabas. Todo eran incógnitas. Tenías que ocultar y reservar, todo ha sido duro pero desde que asumí que había sido un error humano, lo he llevado con mucho positivismo y apoyarme en la gente que tengo alrededor, que es espectacular ".