Mendizorrotza se viste de gala hoy para acoger un derbi vasco con mucho más que tres puntos en juego. Sobre el césped se encontrarán dos equipos que viven realidades anímicas muy distintas, pero que comparten una urgencia inmediata: volver a sumar tras caer en la última jornada.
El Alavés llega al encuentro con la luz de reserva encendida. Lo que comenzó como un inicio de temporada soñado, coqueteando con los puestos europeos y siendo una de las revelaciones del campeonato, se ha tornado en una caída libre preocupante. El conjunto babazorro encadena tres derrotas consecutivas, una racha negativa que les ha hecho descender desde la zona noble hasta la parte media-baja de la tabla, donde el vértigo empieza a aparecer.
Sin embargo, no todo es oscuridad en Vitoria. El equipo se aferra a la imagen mostrada la semana pasada en el Camp Nou. A pesar de la derrota, el Alavés plantó cara y compitió de tú a tú contra el líder, ofreciendo un nivel "notable" que Coudet espera replicar hoy ante su afición.
El mayor contratiempo para los locales estará en la sala de máquinas: Antonio Blanco se pierde el derbi, una baja sensible que obligará al técnico a reestructurar su centro del campo para contener el juego txuri-urdin.
La Real quiere recuperar la inercia de noviembre
En la otra esquina del cuadrilátero aparece una Real Sociedad que es la viva imagen de la resiliencia. Tras firmar uno de los peores arranques de siglo, el equipo de Sergio Francisco supo reinventarse. Un mes de noviembre inmaculado sirvió de catapulta para sacar al equipo del pozo y colocarlo en el ecuador de la clasificación, devolviendo la sonrisa a la parroquia donostiarra.
Es cierto que el pasado fin de semana sufrieron un tropiezo en casa ante el Villarreal, pero la sensación general es que la Real llega con mejor feeling y una estructura más consolidada que su rival. Para el asalto a Mendizorrotza, Sergio tendrá que hacer encaje de bolillos en la zaga debido a la importante baja de Zubeldia. No obstante, las noticias desde la enfermería son mayoritariamente positivas: el técnico de Irún recupera un arsenal de efectivos. Caleta-Car volverá para apuntalar la defensa, mientras que Sucic regresará a la medular. Además, la convocatoria se refuerza con la vuelta de Aramburu y, especialmente, la de Karrikaburu, que buscará reivindicarse con goles si tiene minutos.