Empate de escaso sabor el logrado anoche en Praga. Si alguno mereció ganar, ese fue el Athletic. Pero cuando no se está, no se está. Y, en ataque, no está. Continúa negado ante el gol, pero no solo es eso. Con el punto ante el Slavia poco se avanza clasificatoriamente en esta Champions League. Se sigue a un punto del puesto 24, el que delimita seguir o no en la competición a partir de febrero, pero queda la otra mitad de esta quinta jornada para la tarde-noche de este miércoles. Y el calendario rojiblanco se empina en los tres partidos que restan, comenzando por el todopoderoso PSG de Luis Enrique dentro dos semanas, y, ya en enero, Atalanta y Sporting de Portugal.
Las buenas sensaciones que Ernesto Valverde demandaba de víspera brillaron una vez más por su ausencia. Probablemente es el momento, computando las tres etapas del Txingurri al frente del banquillo rojiblanco, que menos juego está dando el equipo. Tan justo de ideas como sobrado de impotencia. Querer y no poder. Decepcionante, muy decepcionante.
"Ya llevo pensando varios días, varias semanas y hasta varios meses. Ahora sí estoy preocupado. La tendencia es mala. No ha sido capaz de revertir la situación en ningún momento. Está en un sinsentido futbolístico, no tiene un patrón de juego claro, un faro por el que guiarse. El entrenador está con muchas dudas, con gestos de resignación, de hacer faenas de aliño y asumiendo que el equipo no está bien", relata José Manuel Monje en 'La Movida Deportiva' aún desde la capital checa a la espera de regresar al hogar.
Siguiendo con Valverde, el jefe de deportes de ONDA VASCA "lo de la autocrítica lo lleva fatal. Hay cosas del partido que me preocupan y mucho, que no son de recibo. Saques de banda directamente fuera, una cantidad de pérdidas increíble... enfrente había un rival muy flojo, que el año pasado en San Mamés dio un gran nivel, pero se le ganó. Y anoche se tuvieron cuatro ocasiones, y ellos dos. No me puedo quedar con la falta de acierto. No controla el partido en ningún momento. Hay que hacer un ejercicio grande de memoria para recordar en qué partido ha sido mejor que el rival en 30 minutos. Jugamos a ratos y se celebra que se juega a ratos".
Monje concluye señalando que "no creo en lo que hace Valverde, en sus cambios y en lo que hace al final del partido sin delantero centro. El entrenador de enfrente, con mucho menos, hizo bastante más. Nos dedicamos a correr, pelear y a presionar. Si nos dedicamos a ser unos fenómenos con la pelota en el pie, que juega en individual y nada en colectivo, apaga y vámonos".
Las sensaciones no son buenas, y los números, tan malos o peores en los 18 partidos jugados hasta ahora entre Liga y Champions. seis triunfos y tres empates con nueve derrotas, no habiendo visto puerta en la mitad. Con el agravante de que, en aquel agosto triunfal sobre Sevilla, Rayo y Betis, son nueve sin marcar en los últimos 15.