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Las claves del éxito de Txus Vidorreta: “Química con los jugadores, mantenerte al día y conexión con directivos y ayudantes”

El técnico de Indautxu apura sus horas disfrutando de la Aste Nagusia antes de emprender rumbo a su décimo año en Tenerife
Las claves del éxito de Txus Vidorreta: “Química con los jugadores, mantenerte al día y conexión con directivos y ayudantes”
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20:51

Resulta imposible no ligar el mundo del baloncesto en su más alta esfera con el nombre de Txus Vidorreta. Como esa afamada cerveza, allá donde va, triunfa, y claro, no le dejan escapar. Se le dan muy bien los aires atlánticos de las islas afortunadas porque tras situar en el mapa a La Palma hace casi tres décadas, en Tenerife va a dar comienzo nada menos que a su décimo curso. Y en medio, claro está, una década de impulso a Bilbao Basket desde su nacimiento.

Mejor entrenador ACB hace ocho temporadas, en la ínsula chicharrera están por hacerle un monumento después de las dos Champions League, la Intercontinental, el subcampeonato copero y, por encima de todo, incrustar entre los grandes año tras año a un club que las estaba pasando canutas. De hecho, "estaba sin equipo en 2015 y me fichan porque van últimos. Ese año estuvimos a puntos de entrar en play-off", ha comentado el coach bilbaíno en plena Aste Nagusia a través de los micrófonos de ONDA VASCA, presente estos días en el emblemático Café Iruña.

"El año siguiente fue clave porque ganamos la Champions y encontramos nuestros nichos de mercado. Fichábamos jugadores jóvenes y enseguida nos los quitaban. Y fichando con 30 años no están acabados, sino que dan el máximo nivel y hasta son MVPs", como es el caso del ex-Baskonia y Bilbao Basket, Marcelinho Huertas. "No nos los levantan y nos dan mucha ventaja, y somos un equipo reconocible en las últimas temporadas".

"Ganar un partido es tan difícil al máximo nivel...ganar un título es acojonante"

En larga conversación con José Manuel Monje en 'La Movida Deportiva', Vidorreta reconoce disfrutar al máximo de un trabajo que le proporciona mayúsculas satisfacciones lejos de casa. "Ganamos mucho más de lo que perdemos y es tan difícil ganar, no ya un título, que es acojonante… ganar un partido es tan difícil al máximo nivel… y por suerte estamos ganando mucho en los últimos años".

Para conseguirlo, todo pasa por ser un gran gestor de vestuario, algo reconocido por todo el mundo, por cuantos banquillos ha pasado, incluyendo los de Alicante, Estudiantes y Valencia. Y la pócima mágica para por varios factores obligados a ser alineados. "Al principio también estaba más cerca de los jugadores. La química que conseguí generar fue muy importante. A nivel táctico tienes que estar muy alto pero lo que marca la diferencia con el paso del tiempo es el equilibrio, con conexión con los jugadores, mantenerte al día, y el grado de conexión con tus directivos y ayudantes. Son el punto clave para que las cosas fluyan y no haya sensación de cansancio".

Añorado en su tierra, el técnico de Indautxu ha sabido adaptarse al paso del tiempo, lo que también le ha favorecido en determinados aspectos: "Con los jugadores jóvenes tenemos la ventaja de que, quien puede ayudarles, son sus compañeros, Marcelinho, Fitipaldo, Shermadini y Abromaitis. No soy yo quien les tiene que enseñar el camino".

"Sigo jugando a que el fallo sea la excepción"

Otro punto a favor de la escuadra de San Cristóbal de La Laguna que se ha permitido encumbrarse en la élite de la mano de Vidorreta y su staff es que "hay modas que a veces no sabes por qué suceden, como hacer muchos tiros, y no, hay que meterlos. Y sigo jugando a que el fallo sea la excepción".

"Si tienes buenos porcentajes, ganas más partidos, y lo estamos demostrando", reforzando un proyecto en constante expansión y tan sumamente atractivo que provoca fichajes de relumbrón como el reciente del lituano ex-baskonista Rokas Giedraitis.

Bilbao Basket: "Los jugadores están muy cómodos y es un ADN que hay que mantener"

Txus también ha querido poner la mirada en el momento que atraviesa Bilbao Basket tras la FIBA Europe Cup conquistada, y concede un gran valor a cuanto se está consiguiendo bajo la batuta del colega Jaume Ponsarnau. "Hay muchos equipos con mucha ambición. Catalunya son, con Andorra, seis equipos, y ahí hay un lobby. Zaragoza también está creciendo, Murcia subcampeón de Liga hace dos años… es muy importante haber controlado definitivamente la deuda. Se ha podido pasar un paso adelante en fichajes, y Hilliard es un jugador que me encanta. Es verdad que en el club ha habido altos y bajos de proyecto, pero hay una constante: que los jugadores están muy cómodos, y es un ADN que hay que mantener".

A este respecto de identidad bien entendida, "Tomasz Gielo nunca entendía en Tenerife porque era tan del Athletic cuando era el noveno o el décimo. Este año pasado en Miribilla me dijo que ahora lo entiende perfectamente, "soy uno más de vosotros". Eso mismo lo hemos hecho con Xavi Rabaseda, que ha ido a San Mamés con la camiseta del Athletic".

Ese sentimiento de familia se traslada más allá de la cancha, y su esposa Sonia y sus tres hijos están muy a gusto en Canarias pero echan de menos sus raíces. "Mis hijos tienen amigos y están muy contentos. Juegan al fútbol y al baloncesto, y Vera hace ballet clásico pero su sentimiento de arraigo es Bilbao y Plentzia porque pasamos los veranos aquí y te lo da todo". Pese a que su día a día sea y esté allí, "los tres son bilbaínos y plencianos, y se sienten del Athletic a muerte".

18/08/2025